En la actualidad, más de 332.000 personas viven en residencias en España, con una ocupación media del 84% de las casi 400.000 plazas disponibles. Sin embargo, serían necesarias al menos 90.000 plazas adicionales para alcanzar el nivel de cobertura recomendado por la OMS. A esto se suma una lista de espera crítica, con 133.000 personas con dependencia severa o gran dependencia a la espera de una solución, y una previsión de 400.000 nuevas solicitudes en 2030, lo que aumentará la presión sobre el sistema.
Más del 20% de los españoles tiene hoy más de 65 años, porcentaje que alcanzará el 30% en 2050, siendo los mayores de 80 años el grupo que más crece y que concentra la mayor necesidad de cuidados.
En este contexto, la Fundación Edad&Vida ha puesto en marcha el Sello de Confianza Residencial, un distintivo basado en un modelo de evaluación objetivo e independiente que permitirá a las familias comparar residencias con información transparente y contrastada. El modelo exige que todas las residencias participantes asuman compromisos mínimos asociados a la calidad, la ética y el buen trato, con el objetivo de devolver la credibilidad al sector y garantizar la dignidad y el bienestar de las personas mayores en España.
El proyecto, financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU dentro del PERTE de la Economía de los Cuidados, pretende avanzar hacia un modelo residencial más transparente, ético y confiable, con el fin de garantizar la dignidad y el bienestar de las personas mayores en España.
La pandemia golpeó con fuerza a las residencias de mayores en España, generando una crisis de confianza y una percepción social negativa que aún condiciona las decisiones de las familias. Escoger un centro se ha convertido en una de las decisiones más difíciles, ya que suele hacerse en momentos de urgencia y con información dispersa y poco comparable.
En este contexto, la directora de una entidad especializada en el sector residencial, María José Abraham, recuerda que en 2021 se impulsaron iniciativas para recuperar la credibilidad y aportar mayor transparencia. «Este proyecto lo ideamos a finales de 2021, en un momento muy complicado para las residencias, que atravesaban una crisis reputacional sin precedentes», señala. “Pensamos que solo explicando de manera transparente y objetiva qué hacían y cómo lo hacían podíamos ayudar a mostrar que son espacios seguros y confiables, donde se cuida a las personas mayores con profesionalidad y respeto, y dar tranquilidad a las familias en una decisión tan difícil. Nadie quiere envejecer en una residencia, pero son imprescindibles y lo serán aún más en un futuro cercano con las proyecciones que manejamos».
El Sello Confianza Residencial se presenta como una herramienta para ofrecer a las familias información clara y verificable a la hora de elegir centro, y para ayudar a las residencias a reforzar su credibilidad en un mercado cada vez más exigente. El modelo combina tres elementos clave: información estructurada y comparable de cada centro, encuestas anónimas a familias y profesionales sobre la calidad de la atención, la comunicación, la organización y las condiciones laborales, y una verificación externa independiente, que refuerza la transparencia del reconocimiento.
A través del portal www.encuentraturesidencia.es, las familias pueden acceder de manera abierta y gratuita a fichas de residencias con valoraciones verificadas en diez dimensiones, que abarcan desde la atención asistencial y la alimentación hasta la relación con las familias, el equipo profesional o la gestión ética.
El sistema establece dos niveles de reconocimiento: el Distintivo Confianza Residencial, ya otorgado a 130 residencias por su buen desempeño y valoraciones públicas, y el Sello Confianza Residencial, que requiere un proceso adicional de compromiso formal, encuestas y verificación externa.
Según sus impulsores, las familias se benefician de contar con datos objetivos y comparables que les permiten tomar decisiones más seguras en un momento complejo, mientras que las residencias adheridas refuerzan su reputación, ganan visibilidad y reciben acompañamiento en procesos de mejora continua.