El Maserati MC12 Stradale siempre ha sido un coche especial. Pero ahora también es especialmente caro. Durante la subasta de Broad Arrow celebrada en el Jet Center de Monterey, se vendió por nada menos que 5,2 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord para el modelo y para cualquier Maserati moderno vendido en una puja.
Maserati MC12 Stradale / Maserati
Hasta ahora, el récord para un MC12 rondaba los 3,8 millones de dólares. Con esta venta, la cifra se ha disparado un 37% por encima de la anterior, algo poco habitual en un mercado de clásicos que suele moverse con cierta calma. Aquí no ha sido así. Porque este coche lo tiene todo: una producción limitada, un diseño reconocible, una mecánica sin concesiones y una historia que lo respalda.
Lo interesante es que no hablamos de un coche antiguo. El MC12 debutó hace apenas 20 años, pero ya se le mira con el respeto que se reserva a los grandes. A los que dejaron huella. Y esa percepción es la que impulsa su valor. Solo se fabricaron 50 unidades entre 2004 y 2005, repartidas a partes iguales en esos dos años. La versión Stradale estaba a medio camino entre la competición y la carretera, con una adaptación del brutal MC12 GT1 que arrasó en el campeonato FIA GT y devolvió a Maserati al primer plano de la competición internacional.

Maserati MC12 Stradale / Maserati
Debajo de su afilada carrocería el MC12 Stradale esconde un V12 atmosférico de 5.998 centímetros cúbicos y 630 caballos de potencia a 7.500 vueltas de origen Ferrari, ajustado al milímetro para ofrecer no solo rendimiento, sino también sensaciones extremas. El ejemplar subastado mantenía su configuración original, con la carrocería blanca decorada con franjas y detalles en azul. Ese esquema de colores rinde homenaje al legendario Maserati Tipo 61 ‘Birdcage’, un coche que marcó época entre 1959 y 1961.

Maserati MC12 Stradale / Andrew Miterko
Un superdeportivo con historial
El MC12 GT1 compitió entre 2004 y 2010 con una hoja de servicios difícil de igualar: 14 títulos internacionales, incluyendo cinco campeonatos de pilotos, seis por equipos y dos de constructores, además de tres victorias en las 24 Horas de Spa. El Stradale no participó en esas carreras, pero heredó buena parte de la tecnología y la puesta a punto de su hermano de circuito. Y eso, en coches de este nivel, se nota.
A nivel de comportamiento, el MC12 no es solo potencia. El trabajo aerodinámico, la distribución del peso o la suspensión activa hacen que se sienta mucho más ágil de lo que su tamaño sugiere. Es largo, ancho y muy bajo. No es un coche sencillo de llevar; necesita manos para sacarle el jugo, pero quien las tiene, y sabe cómo tratarlo, descubre un coche único en pista.