El trabajo importante estaba hecho días antes. Solo restaba resolver el destino (ya escrito) de César Moreno. El canterano del Elche se desvinculó definitivamente del Hércules después de no haber logrado conectar con la filosofía de preparación y juego que preconiza Rubén Torrecilla, quien no le ha encontrado acomodo en el sistema… ni en el vestuario. El pivote cartagenero, después de dos cesiones seguidas muy dispares, cierra una etapa agridulce, con más zonas a oscuras que resplandecientes, en la que la sombra de sus recelos le han terminado jugando una mala pasada al murciano, un mediocentro poderoso, enérgico que, pese a sus excelentes condiciones, no se ha sabido integrar en la idiosincrasia de un club con mucha exigencia y poco mimo.
César Moreno se queda libre después de una negociación beneficiosa para las dos partes. Cerrarla antes de que expirara el plazo límite para formalizar contrataciones le permitirá, a partir de hoy, martes, encontrar acomodo en alguna de las entidades que precisen cubrir fichas libres o lesiones de larga duración en el catálogo de futbolistas en paro, el único que seguirá activo hasta el 1 de enero de 2026.
La comisión deportiva, abierta a operaciones de verdadero calado hasta la medianoche, optó, al mediodía, por cerrar la vía del segundo recambio de Carlos Abad en la plantilla y no ceder a las pretensiones del Albacete Balompié por un guardameta sub-23. El Hércules trató de lograr la adquisición de Mario Ramos, pero el joven extremeño no logró desvincularse del conjunto manchego.
Su ficha es alta para el rango en el que impera en el vestuario del Hércules para ese perfil de jugador en formación y, al no poder adueñarse de sus derechos deportivos, la entidad blanquiazul prefirió depositar la responsabilidad de suplir al cancerbero tinerfeño, en caso de que llegara a hacer falta, con Marcos Mompeán, con el que comparte rutina de trabajo desde la pasada campaña. El canterano tiene la confianza de la comisión deportiva, que está convencida de que responderá bien… si llega el caso.
Marcos Mompeán, observa a sus compañeros durante una sesión de trabajo con el primer equipo. / Álvaro Egea / HCF
Nadie preguntó por Oriol Soldevila. Tampoco el último día de mercado, tal y como intuían en el seno de la SAD propiedad de la familia Ortiz, de modo que el atacante barcelonés deberá demostrar su valía en Alicante para dar el salto al fútbol profesional, su gran meta deportiva. Podrá hacerlo con el escudo del Hércules de forma directa o con cualquier otro club el curso que viene si finalmente eclosiona y convierte en regulares muchas de las actuaciones estelares que ya ha ido jalonando a lo largo de su vida futbolística en la terreta.
Ayudar al delantero
Torrecilla conserva a uno de los líderes del equipo dentro del campo, a una de sus figuras ofensivas, pero con la obligación de sacarle brillo en un entorno colectivo que logre, por fin, implicar al delantero centro en el juego coral. Para eso Solde es fundamental, aunque eso signifique no acabar todas las jugadas de manera individual.
Doce fichajes, pero once caras nuevas al final una vez desechado el refuerzo de Xavi Pleguezuelo por la llegada al proyecto de Javi Jiménez. El canterano del Betis lo entendió y, tras 44 días como blanquiazul, cambió el Rico Pérez por Cornellà para integrarse en el filial del Espanyol, que seguirá otro año en Segunda RFEF en busca del ascenso.
La comisión deportiva podrá valorar en cualquier momento la inscripción de un portero que se haya quedado sin equipo y su baja se tramitara antes de la pasada medianoche. Carlos Abad solo se ha perdido cuatro partidos en tres temporadas completas y únicamente dos fueron por lesión, ambos el curso anterior, cuando un pinchazo en el entrenamiento previo al encuentro de liga contra el Ibiza le privó del homenaje póstumo a Delibasic en el Rico Pérez (3-2) y le impidió saltar al césped, siete días después, en la derrota en Antequera (4-3). No hay sustitutos a la altura del canario, de ahí que dé prioridad al chico de la casa.
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