La pensión contributiva de jubilación en España no se calcula de manera aleatoria ni depende solo de los años trabajados. La clave está en la base reguladora, un indicador que recoge los años de cotización y las bases por las que se ha cotizado a la Seguridad Social. Y es ahí donde se produce una de las mayores sorpresas para quienes están a punto de retirarse: no siempre una subida salarial en los últimos años de vida laboral significa cobrar más en la jubilación.
Desde BBVA se advierte que hay que extremar la precaución si se produce un aumento de sueldo dentro de los dos años previos a dejar de trabajar. Aunque a primera vista pueda parecer positivo, la normativa incluida en la Ley General de la Seguridad Social establece ciertos límites para evitar fraudes y puede provocar que ese incremento no se tenga en cuenta en el cálculo final de la pensión.
Subida salarial y base reguladora
El efecto de una subida salarial en los años previos a la jubilación depende directamente de cómo se interpreten las llamadas lagunas de cotización y de la normativa vigente. De hecho, la Seguridad Social es clara: si el aumento de sueldo supera el incremento medio anual del convenio colectivo aplicable o del sector, y no responde a una promoción profesional o complemento de antigüedad, ese extra podría no computarse en la base reguladora.
Esto está regulado en el artículo 209.2 de la Ley General de la Seguridad Social, que especifica que no se podrán incluir en la base reguladora incrementos salariales superiores al aumento medio interanual en los dos últimos años de vida laboral. La intención es evitar que, justo antes de la jubilación, se pacten mejoras artificiales de salario que influyan en el cálculo de la pensión.
Aun así, existen excepciones. Sí se tienen en cuenta las subidas que provengan de disposiciones legales, convenios colectivos o ascensos reglamentarios. También se incluyen los aumentos vinculados a conceptos retributivos recogidos en la normativa laboral. En ningún caso se validan incrementos pactados solo por la edad próxima a la jubilación.
Una jubilada utiliza un cajero automático exterior del Banco Sabadell en una mañana soleada en Salamanca
Las lagunas de cotización
Las lagunas de cotización aparecen cuando, por diferentes motivos, un trabajador ha tenido periodos en los que no ha aportado a la Seguridad Social. En esos casos, la Administración aplica reglas específicas para calcular la base reguladora y compensar esos vacíos. Sin embargo, si se produce una subida de sueldo en los últimos meses de carrera laboral, no siempre servirá para equilibrar esas lagunas.
Es aquí donde muchos ciudadanos pueden llevarse una decepción: un esfuerzo final en forma de aumento salarial no garantiza una mejora en la pensión contributiva. Lo recomendable, como subrayan los expertos, es conocer de antemano cómo funciona la normativa y qué efectos tiene en cada situación particular.
Este punto resulta especialmente relevante en un momento en el que la edad de jubilación en España está en pleno proceso de cambios normativos. La Seguridad Social endurecerá el acceso a la jubilación en 2025, una reforma que obligará a muchos trabajadores a prolongar su vida laboral. Además, los nacidos en determinados años ya están viendo cómo aumenta su edad de jubilación y cómo afecta a la cuantía de su pensión.

Una jubilada se abanica con un abanico
También hay que tener en cuenta que quienes se plantean adelantar la jubilación se enfrentan a reducciones importantes en la prestación. Jubilarse a los 63 años con 40 cotizados implica asumir recortes del 21% en la pensión. Mientras tanto, otras medidas como la compatibilidad entre paro y jubilación o la posibilidad de adelantar la edad de retiro generan nuevas dudas entre los trabajadores, tal y como explicamos en este análisis sobre las prestaciones del SEPE o en las últimas reformas aprobadas por el Gobierno.
Con todo, lo fundamental es que los trabajadores entiendan que la relación entre salario y pensión no siempre es lineal. Una subida de sueldo antes de jubilarse puede no reflejarse en el cobro mensual, y conocer las reglas de juego con antelación es clave para planificar bien el futuro.