LaLiga quiere que el Villarreal – Barça se juegue en Miami / EPM
No por menos oído y leído, el asunto del partido de la liga española en el extranjero es menor, porque cada día hay una nueva opinión al respecto. Que sea esta personal o que acoja a un sector que pueda determinar cambios es lo que hay que ver. Todos tienen algo que manifestar y es lo que intentaré hoy desbrozar, aunque todo va a quedar, aún, sin sentencia…
Sabemos que LaLiga quiere jugar el partido Barcelona-Villarreal, el día 20 de diciembre próximo, de la decimoséptima jornada del campeonato, en el estadio Hard Rock de Miami. También hemos leído el ofrecimiento, generoso eso sí, del presidente del submarino amarillo, Fernando Roig, con avión pagado, entrada al estadio y veremos si algo más, y un descuento del 20 % del abono a los socios que no quieran ir.
Por cierto, no sabemos nada del FC Barcelona a ese respecto, quizá porque embarcar casi 70.000 socios podría ser un agujero en las cuentas del club… El caso es que la vuelta al ojo del huracán del partido “en el extranjero”, ha dado pie a las manifestaciones de varias personas de interés. Desde el Real Madrid que dice que la competición no será justa si se deja jugar este encuentro en Florida, hasta la RFEF que lo ha aprobado ya.
Luego, desde la Unión Europea, el Comisario Glenn Micallef, de Malta, y que dirige la comisión de “Justicia intergeneracional, Juventud, Cultura y Deporte” (casi nada… pero me sigo preguntando qué es lo primero…), ha lanzado un mensaje de preocupación, ya que ha indicado que lo que quieren hacer las ligas (la española ahora, pero la italiana detrás, como veremos) de llevar partidos fuera de la Unión Europea es una “traición”, así como se lee.

Hard Rock Stadium, el estadio donde LaLiga quiere llevar el Villarreal Barcelona / EFE
Traición a los valores del deporte y los aficionados en Europa
Traición, dice, a los valores del deporte europeo y, por supuesto, a los aficionados de los clubes (salvo los del Villarreal, que de una forma u otro van a tener ventajas de viaje o económicas) y que no se debería permitir. ¿Vamos a tener ahora un procedimiento contra esta decisión hispana en la Unión Europea? Sería otra más en el fútbol, tras las que ya conocemos y que pueden hacer tambalear el balompié mundial.
Pero, este no será para tanto, creo. Sin embargo, ya ha habido respuestas, la de la propia Liga española, que indica, con cierto sarcasmo, a mi entender, que aficionados europeos comunitarios los hay también en el extranjero y más en Miami. ¿Habrá que protegerlos también? Y, por otro, la liga italiana, que se ha mostrado anonadada por la mención de que se vaya a “traicionar” a nadie.
Se han cabreado los del calcio transalpino y me pregunto si tienen razón o no. Está claro que las ligas, si tienen la aprobación de sus clubes (ojo aquí el Real Madrid no) y de sus federaciones respectivas, ¿podría la Unión Europea y nuestro comisario maltés – el Halcón Maltés, si me permiten la licencia literario-cinéfila – deshacer esto?, ¿o ponerlo en manos de la Comisión Europea?
Y ¿podría algún club, español o de otro lugar, avanzar más aún y demandar a LaLiga, la RFEF y lo que sea, para paralizar o negar esa posibilidad? Está claro que no llueve a gusto de todos y siempre habrá peleas comerciales, deportivas y jurídicas en estos asuntos. La pregunta que uno se hace, y que se ha hecho desde hace tiempo es si vale la pena todo esto.
Cinco millones por un partido en Miami
Lo que sí vale la pena son los millones que cobrarán los clubes (5 millones si no recuerdo mal) por hacer el partido en Miami. Además, la Liga, y los dos clubes van a tener una exposición mundial mayor, con posibles consecuencias económicas favorables, con patrocinadores, por ejemplo. Asimismo, los jugadores podrán estar más en el ojo del mercado.
Ahí también se ha posicionado la AFE, que no está de acuerdo con el partido viajero y ve otro rompecabezas para el bienestar físico de los futbolistas. Habrá, en todo caso, que preguntarles a los propios jugadores que vayan a viajar, porque quizá, si se les diera un pellizco de las ganancias, podrían gustar del viaje.

Aganzo, presidente de la AFE / EFE
En fin, que, como las golondrinas en primavera, el partido en el extranjero vuelve cada año, pero esta vez, me parece, con más fuerza que nunca y no creo que este tren se vaya a parar tan fácilmente, salvo que un juzgado le ponga freno.
Mientras eso ocurre, y estamos ya en el comienzo de septiembre, con el calor más relajado, y a la espera de colocarnos ropa de entretiempo (¿aún existe esto?), recomiendo el último libro del escritor francés Emmanuel Carrère, «Koljós». Disfruten y cuídense.