España se está ganando el respeto de sus rivales en el Mundial de rugby a golpe de carácter. Si ante Nueva Zelanda encadenaron 246 placajes para cortocircuitar a las todopoderosas ‘Black Ferns’, ante Irlanda la delantera de las ‘Leonas’ arrasó al ‘pack’ del trébol, lo que, sin embargo, no sirvió para sumar una victoria con la que llegaron a soñar las españolas mediada la primera parte. Siguen creciendo las de Juan González Marruecos, pero los pequeños errores le costaron caro, especialmente en defensa. Del sobresaliente ante las kiwis se pasa un notable frente a Irlanda, esperando el partido crucial ante Japón, donde buscarán cerrar el Mundial con un triunfo.
En 1999 Irlanda salió del Cinco Naciones, dejando su sitio a España, que compitió en el torneo desde 2000 a 2007 con sonadas victorias ante Francia o Gales y llegando a ser tercera en 2022 y 2004. Sin embargo, los organizadores del torneo se desdijeron después apostando por el mismo formato y selecciones que en el masculino, lo que dejó a España varada en medio de la nada y sin una competición de entidad en la que desarrollarse. Ese contratiempo ha condenado a las Leonas a una intrascendencia internacional que había abierto una brecha con respecto a otras naciones con las que competía no hace tanto.
Ahora España presume de tener jugadores como Laura ‘Bimba’ Delgado, Claudia Peña o Amalia Argudo jugando a nivel profesional en otros países, lo que le ha permitido recuperar terreno. Por eso este duelo ante Irlanda era mucho más que un partido. Aunque españolas e irlandesas han protagonizado duelos muy igualados en los últimos tiempos, las de verde llegaban a este partido tras mostrar un salto cualitativo ante Japón, mientras las ‘Leonas’ realizaban una exhibición de compromiso defensivo ante las ‘Black Ferns’. Así que se podía decir que en este partido arrancaba de verdad el Mundial para las de Juan González Marruecos. Precisamente las neozelandesas venían de caer ante Irlanda hace unos meses lo que denota ese salto competitivo de las chicas de la isla Esmeralda.
Con las gradas llenas del histórico Franklin’s Garden de Northampton, España saltaba con nueve cambios respecto al choque con Nueva Zelanda. En delantera solo se mantenía la capitana Lourdes Alameda y en los tres cuartos había reajustes para armar una línea con mucho rugby en las manos. Irlanda, número 5 del rugby mundial por el 13 de las españolas, salió a dominar la posesión y jugar en campo contrario. Pero las Leonas confiaban en su fortaleza defensiva.
Poderío en delantera
El primer ensayo, de Dannah O’Brien, llegó a los seis minutos tras un error de la apertura española Zahía Pérez, que dejó botar dos veces la pelota en su 22 y dio tiempo a llegar a la caballería irlandesa. España no acusó el golpe y se siguió mostrando especialmente fiable en las fases estáticas. Anne Fernández de Corres leía con inteligencia el juego, pero las del trébol rentabilizaban su superioridad con otro ensayo por fuera de Cornigan (12-0) en el ecuador de la primera parte. Las patadas de Zahía permitían contragolpear con demasiada facilidad a las irlandesas, pero entonces se produjo un click y las españolas se encomendaron a su delantera. Y en minuto 22 una enorme carga del ‘pack’ de las Leonas reunió a la defensa del trébol entre palos, abriendo luego para que Claudia Pérez posase un ensayo (12-5). Gran despliegue de la delantera española, culpable en gran parte de esa conquista.
El ensayo revitalizó a España, que en otra ‘touch’ fabricada por ‘Miguelón’ (entrenador de esta suerte) se plantaba de nuevo a cinco metros de palos con su delantera cargando. Y nuevamente un maul nacido del quinto saquue de lateral sin fallo terminó con Marieta Román ensayando y Argudo pasando la conversión (12-12). La delantera española había despertado y estaba arrasando a Irlanda donde más le dolía, en el punto de combate. Pero el esfuerzo pasó factura a las de González Marruecos. Otro error evitable permitía a Irlanda meterse en la 22 española, anotando Higgins la tercera marca verde (19-12) a los 35 minutos. Pequeños fallos que España pagaba demasiado caro. Cinco minutos después era McGann quien sumaba otro ensayo por fuera, después de que las Leonas lo negasen en el eje con su defensa (24-12). Al descanso, una Irlanda quirúrgica doblegaba a España.
Delantera y sangría atrás
Dos minutos tardaron las Leonas en plantarse con la delantera a cinco metros del ingoal irlandés, y de nuevo Anne Fernández de Corres asistía a Claudia Peña que sumaba el tercer ensayo de una España resiliente (24-17) que además tenía mucha pólvora en su banquillo. Respondía Moore con otro ensayo tras una mala decisión de la apertura española (29-17), que no tenía su día. España se plantaba rápido en la 22 irlandesa, pero atrás los errores habían abierto una hemorragia. Y Moore volvía a romper la cortina defensiva de las ‘Leonas’ para abrir una brecha que ya parecía insalvable (36-17) a falta de 25 minutos. Apostaron las ‘Leonas’ por seguir castigando a las irlandesas con la superioridad de su delantera que trajo consigo el cuarto ensayo, y el consiguiente bonus, tras un posado de Mireia de Andrés después de un laborioso trabajo de ‘pick and go’ (36-22). Pero en la segunda parte, cada entrada irlandesa en la 22 española terminó con puntos y McGann dio la puntilla a falta de diez minutos. El ensayo final de Cristian Blanco tras una touch a la corta ponía el colofón al notable partido de la delantera de las Leonas (43-27), que siguen dejando buenas sensaciones en este Mundial.