La inflación se mantuvo en agosto en el 2,7%, gracias a que los alimentos y la electricidad tiraron a la baja compensaron que las gasolinas tiraron al alza, según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como explican, en este comportamiento destaca la influencia al alza de los carburantes, cuyos precios descienden menos que en agosto de 2024. Por su parte, afectan a la baja los alimentos y bebidas no alcohólicas, que disminuyen sus precios más que el año anterior, y la electricidad, que sube con menos intensidad que en agosto del año pasado.
Desde el Ministerio de Economía han destacado que «la estabilización de la inflación general este mes se debe a que los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas disminuyeron más que en agosto de 2024. También a que la electricidad subió con menos intensidad que hace un año, pese a que los carburantes se abarataron menos».
«La estabilidad de los precios y las subidas de los salarios están permitiendo a las familias recuperar de forma progresiva su poder adquisitivo«, añaden desde la cartera que dirige Carlos Cuerpo.
Mientras, la tasa de inflación subyacente, es decir, el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, aumenta una décima, hasta el 2,4%. Es la tasa más alta desde el pasado mes de abril.
En cuanto al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), en agosto también se mantiene estable y se sitúa en el 2,7%. La tasa anual estimada de la inflación subyacente del IPCA se sitúa en el 2,4%.
Los datos definitivos de la inflación de agosto serán publicados por el INE el próximo 12 de septiembre.