Dos mujeres miran coches en un concesionario. / Efe
El futuro industrial de Europa se debate este septiembre. Una reunión prevista entre la patronal europea del automóvil ACEA y la Comisión Europea debe servir para establecer las nuevas líneas de desarrollo del sector para los próximos años. La competencia de China y la amenaza de aranceles de EEUU a los automóviles europeos modificaron el contexto lo suficiente como para justificar nuevas medidas de apoyo.
Este mismo jueves, la UE presentó a EEUU una propuesta de arancel estadounidense general más bajo para desbloquear el impuesto automovilístico del 15%. El objetivo es lograr un alivio arancelario por parte de Estados Unidos para el vital sector automovilístico de la UE, y de manera retroactiva desde el 1 de agosto. Esta medida no será presumiblemente suficiente para contentar a la patronal automovilística, que requiere transfusiones urgentes de apoyos para afrontar la debilidad de la demanda interna europea.
El automóvil eléctrico será, pero más tarde de lo que se pretendía. Ya en marzo los fabricantes de automóviles europeos lograron que Europa flexibilizará la normativa de emisiones. Queda pendiente rebatir el plan de prohibir la venta de coches de combustión a partir de 2035 en Europa. Lo cierto es que China fabrica más y mejor. Y más barato. Y en coches eléctricos la ventaja asiática es abismal en potencialidades. Se calcula que la cuota de mercado del coche eléctrico en Europa es del 15%, del 9% para furgonetas y del 3,5% para camiones. En España, las ventas de coches eléctricos aumentan, con una cuota del 17,4% para coches eléctricos e híbridos enchufables. Desde la óptica del consumidor medio, los coches eléctricos parecen llevar la delantera. Pero la mayoría de los españoles no disponen de cargador en sus casas o en su edificio de pisos. La normativa no facilita que los cargadores se sitúen en garajes subterráneos colectivos. Es necesario pedir permiso de la comunidad y los riesgos existen. Los expertos aconsejan que los propietarios de las instalaciones contraten un seguro específico, ya que serán los responsables de cualquier incendio, por ejemplo.
Mientras el sector del automóvil europeo reclama la neutralidad institucional con el coche eléctrico, el mercado ya ha dictaminado que los ritmos de la transición al coche eléctrico deben ser más prudentes, especialmente en el centro y sur de Europa. El incremento de los precios de los automóviles en los últimos años hace que el coche sea inversión ruinosa y gasto cada vez menos inteligente. Sobre los precios asaltan dudas sobre la libre competencia que rodea al automóvil, con estrategias de venta sujetas casi siempre a financiación que roza lo abusivo y pactos de recompra que atenazan al cliente y elevan de manera directa e indirecta los precios de los automóviles usados. En este contexto de precios, los coches chinos más baratos tienen alfombra roja para llegar a Europa. La Comisión Europea y la patronal del automóvil tienen en su mano este septiembre sembrar la simiente de la recuperación o de la transformación sectorial más descontrolada.