Al Real Zaragoza le espera un agitado cierre de mercado hasta el lunes, donde el objetivo es abrochar definitivamente en las próximas horas las operaciones del pivote Paul Akouokou, muy encaminada su cesión desde el Lyon, y del meta Dani Cárdenas, que también está cerca, aunque no tanto como el centrocampista costamarfileño, a la espera de que el Rayo concrete a su sustituto, para que estos dos con Insua, que ya está disponible para el partido ante el Castellón tras llegar el pasado lunes, compongan el trío de refuerzos imprescindibles, como así los reconoció Gabi.
Sin embargo, y tal y como se había dejado entrever, el objetivo que ahora pasa a ser prioritario es el de un 9, una referencia de área que garantice gol y que llegue sobre la bocina del mercado, donde el club busca también otro central, de distinto corte a los que hay, más rápido sobre todo, un lateral derecho, si se cierra la salida de Calero a la Cultural, y hasta un medio organizador, esto último de forma más remota, además de dar salidas, seguras las de Bakis y Cuenca y con alguna más que se puede conseguir para liberar más margen. En todo caso, esa es una lista de máximos y es muy difícil que se llegue a todo, por lo que en función de lo que suponga el delantero es donde se irá viendo qué otros jugadores se puede traer o qué objetivos hay que sacrificar.
Gabi y Txema Indias tienen claro que el Zaragoza necesita más gol y los problemas para anotar en las dos primeras jornadas han subrayado esa carencia, teniendo en cuenta que el equipo no tiene ahora una referencia de área, un 9 puro y rematador. No lo es Bazdar, un ariete asociativo y de talento, ni Soberón, un buen rematador, pero que juega mejor como segunda punta, ni Dani Gómez, que es el que está siendo utilizado por Gabi más arriba, aunque es un ariete más de buscar espacios y desmarques que una referencia, y lo que el Zaragoza necesita es un jugador que baje balones, que fije centrales y que suponga más pólvora en el área.
Mourad (Elche) es un imposible y Espí (Levante) encaja en lo buscado, pero el delantero valenciano quiere seguir en el club granota y jugar en Primera y a día de hoy no sale
En ese perfil hay posibilidades como Espí (Levante), Mourad (Elche) o Karrikaburu (Real Sociedda), pero ninguna la ha explorado el Zaragoza de forma absoluta y decidida, aunque alguna como la de Mourad es imposible en todo caso y la de Espí, que encaja y mucho, tiene el inconveniente del deseo del jugador de seguir en el Levante en Primera y de la mucha competencia que habrá si sale, que a día de hoy no lo hace. Eso sí, la referencia que se busca es un jugador contrastado dentro del mercado al que pueda acceder el club, que suponga un refuerzo de verdad para la parte de ataque del equipo. De lo que implique esa apuesta en ataque dependerá la capacidad de margen en los otros refuerzos previstos, teniendo en cuenta que se quiere liberar margen con las salidas.
El mercado del paro
Con tantos frentes abiertos, el Zaragoza también puede acudir al mercado del paro tras el lunes, porque no son pocos los jugadores que han rescindido este verano y están sin equipo o los que lo harán antes del día 1, abriendo la posibilidad de firmar por cualquier equipo tras esa fecha. Siempre que haya fichas libres, claro, y ahora las hay, ya que el Zaragoza tiene 20 dorsales del primer equipo ocupados, con Pau con ficha del B y Cuenca sin inscribir, y le sobran 5 sitios ahora mismo.
El club, eso sí, necesita agilizar las salidas. Negocia con Bakis la rescisión del año que le resta, con una fricción clara en la cláusula ejecutada en su cesión al Górnik polaco y por la que al haber disputado menos del 50% de los minutos se le reduce el salario a la mitad, de 700.000 a 350.000 euros, algo que no acepta el delantero turco, una dificultad añadida a su salida. Una vez rescinda, Bakis buscará equipo, con alguna vía abierta en su país, pero no concretada. Marcos Cuenca, con dos años y uno más opcional a favor del club, será cedido y todo apunta a que a Primera RFEF, donde Teruel y Tarazona están muy interesados. La vía de jugar en un equipo de Segunda la tiene complicada el canterano.
Mientras, Bazdar, que entre amortización de los tres millones de su fichaje del Partizan y su salario casi implica un millón de euros en el límite, es difícil que salga, una vez que a finales de julio se esfumó la oportunidad del Rubin Kazan. Posee alguna posibilidad de cesión que no es interesante ni para el club, porque no elimina la cantidad de amortización (675.000 euros) ni para el futbolista. Con todo, su rol de suplente y lo mucho que implica en el límite, además de su talento y mercado por su juventud, hacen que no sea descartable que suceda algún movimiento de última hora.
A Keidi Bare se le abrió la puerta a salir en julio, pero su lesión de rodilla en Tarazona y el deseo del jugador de seguir, contando con dos años de contrato y un salario elevado que hacen difícil su rescisión, convierten en una quimera ese adiós, que no llegará, ni tampoco el de Toni Moya, al que como al albanés se le abrió la puerta y tuvo opciones de Segunda, el Huesca sobre todo, pero el extremeño no aceptó y su decisión de cumplir el año que le resta es inamovible. La opción del Aris para Dani Gómez que se planteó a principio de verano ya se apagó y Aketxe, sin minutos ante el Andorra tras jugar de inicio en el Reale ante el Sanse podría ser una posibilidad, también por su elevado salario, pero hasta hace poco el jugador no contemplaba esa salida.