El presidente de EEUU, Donald Trump, volvió a colocar a George Soros en el centro de su ofensiva política con un mensaje publicado este miércoles, 27 de agosto, en Truth Social.
En él, exige que el magnate y su hijo, Alex Soros, sean imputados bajo la ley RICO contra organizaciones criminales por el supuesto apoyo a “protestas violentas” en todo el país, y advierte a sus “amigos de la Costa Oeste” que “tengan cuidado” porque “los estamos observando”.
Por si fuera poco, el magnate estadounidense con escatimó en epítetos como «dementes«, «psicópatas» y «lunáticos que están destrozando EEUU y nunca le dan ni siquiera una oportunidad para RESPIRAR» para así poner como chupa de dómine a sus rivales ideológicos.
La acusación no estuvo acompañada de pruebas. Medios estadounidenses y agencias internacionales como Reuters atribuyen el mensaje directamente a Trump y subrayan que forma parte de su retórica contra filántropos liberales desde su regreso a la Casa Blanca.
Ley RICO
La ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act) es un instrumento penal creado en 1970 para perseguir el crimen organizado.
Para que prospere, la fiscalía debe acreditar un “patrón” de al menos dos actos de delincuencia grave vinculados a una “empresa” criminal.
Su uso para castigar la financiación de protestas -salvo que se demuestre una estructura delictiva y delitos subyacentes- sería jurídicamente controvertido.
Open Society Foundation
La Fundación Open Society (OSF), la red filantrópica creada por Soros y actualmente presidida por su hijo Alex, ha negado reiteradamente que financie violencia y reivindica su apoyo a derechos humanos y a la protesta pacífica.
Alex Soros recibió en la Casa Blanca la Medalla Presidencial de la Libertad de manos de Joe Biden el 4 de enero de 2025, en representación de su padre, George Soros.
Reuters
“Estas acusaciones son indignantes y falsas. Las Open Society Foundations no apoyan ni financian protestas violentas”, declaró un portavoz de la red.
“Nuestra misión es promover los derechos humanos, la justicia y los principios democráticos en nuestro país y en todo el mundo”.
Clima político
El ataque llega en un contexto de creciente tensión política y social en EEUU, con episodios de protesta contra la agenda migratoria y de seguridad interior del Gobierno, y con un presidente que utiliza con frecuencia sus redes para apuntar a adversarios y donantes demócratas.
Trump ha arremetido en los últimos días contra una serie de críticos, entre ellos el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y su exasesor de seguridad nacional John Bolton, cuya casa y oficina fueron registradas por el FBI la semana pasada.
La publicación de este miércoles fue celebrada por influyentes voces conservadoras en las redes, a la vez que analistas jurídicos cuestionaron la viabilidad de una acción penal basada en RICO contra los Soros, como señaló The Daily Beast.
Los acólitos de Trump se sumaron a sus críticas el miércoles por la mañana. El podcaster conservador Benny Johnson lo calificó como una buena noticia.
El multimillonario donante republicano y «exmejor amigo” de Trump, Elon Musk, respondió: “Ya era hora de que se tomaran medidas directamente contra Soros”.
Enemigo público nº1
La figura de George Soros, de 95 años, es desde hace años un blanco habitual de la derecha estadounidense, que lo acusa de “comprar” influencia política mediante donaciones a causas progresistas, fiscales locales y grupos de derechos civiles.
Organizaciones independientes y verificadores como Associated Press y PolitiFact han documentado cómo muchas de esas acusaciones derivan en teorías conspirativas -a menudo con tintes antisemitas- sin sustento probatorio.
Sin indicios
El mensaje de hoy de Trump mantiene esa línea y aumenta la presión sobre el Departamento de Justicia, al que el presidente ha presionado en otras ocasiones para actuar contra rivales.
Por ahora, no hay indicios públicos de que el Departamento de Justicia esté preparando un caso RICO contra los Soros.
Cualquier intento requeriría demostrar delitos concretos y su conexión con una “empresa” criminal, un umbral probatorio alto incluso en investigaciones contra organizaciones delictivas tradicionales.