Un hombre fue sorprendido la semana pasada en una zona rural del municipio de Güenes (Vizcaya) abusando sexualmente de un poni. El animal se encontraba en el interior de una finca a la que, presuntamente, el sujeto se había colado hasta que lo pilló el propietario.
En una escena digna de Agárralo como puedas, el supuesto zoófilo huyó del lugar corriendo con los pantalones a la altura de los muslos, perseguido por el dueño, que trataba de detenerle. Finalmente, fue identificado por una patrulla de la Ertzaintza.
Este testimonio que narra una pareja de vecinos al diario La Rioja es, sin embargo, mucho más grave que una simple escena ridícula. No en vano, estos residentes reconocen que se trata de «un viejo conocido de la zona» al que ya habían visto en varias ocasiones deambulando por la zona.
«Iba de un lugar para otro, buscando lugares en los que robar«. La preocupación de los vecinos estriba en que cerca del lugar de los hechos se ubica un campo de fútbol que frecuentan muchos niños.