Las nuevas excavaciones en el poblat iber de Sant Josep, en la Vall d’Uixó, comenzaron hace apenas un mes con grandes expectativas, que empiezan a confirmarse con hallazgos de gran trascendencia histórica y documental. Los primeros descubrimientos que están realizándose abren una ventana al pasado, que abarcaría casi 2.000 años de historia.
Es pronto. Los especialistas remarcan que cada descubrimiento requiere de un análisis concienzudo para confirmar las primeras hipótesis, pero por el contexto en el que se trabaja y los conocimientos que ya se tienen del yacimiento, la arqueóloga municipal, Anna Viciach, indica que pueden avanzar que ha aparecido «la primera estructura de la edad del bronce», más de mil años antes de Cristo.
Hasta la fecha, en campañas anteriores, se habían encontrado elementos dispersos, que como explican los arqueólogos, podrían corresponderse con el uso que las civilizaciones posteriores hacen de lo que encuentran en las zonas en las que se instalan. Esta vez, existen bastantes certezas de que el avance es significativo, porque existe «una concentración importante» de estos materiales y «una posible estructura, que sería la primera» de ese momento histórico.
Otro descubrimiento significativo ha sido el de los restos óseos de un niño. Viciach recuerda que no son los primeros. «Es normal, en época ibera, que bajo el suelo de las casas se encuentren restos de niños fallecidos durante el parte o en los primeros años de vida». Se trata, por regla general, de algunos huesos, especialmente de piernas.
Restos óseos de un niño localizados en las excavaciones del poblat iber de la Vall d’Uixó. / MEDITERRÁNEO
En el caso de la Vall, hasta el momento se habían encontrado cuatro. Dos en las campañas de los años 70 del siglo XX, uno en una urna y otro depositado en una fosa. En el año 2019, se localizaron dos más, ambos en una fosa.
La particularidad del nuevo hallazgo, como relata la arqueóloga municipal, es que no se encuentra en los niveles ibéricos, sino en lo que creen podría ser de época romana o posterior, «se han de hacer los estudios para confirmarlo». En cuanto a sus características, es más mayor de lo habitual y «está muy bien conservado», se pueden identificar todas las partes del cuerpo, incluso los dedos.
La alcaldesa, Tania Baños, que ha estado este jueves por la mañana visitando las excavaciones, reafirma que a pesar de que quedan varios meses de trabajo por delante, ya se puede afirmar que «está siendo todo un éxito».
El proyecto, financiados con fondos europeos Next GenerationEU a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el objetivo de acrecentar el potencial turístico del yacimiento, abarcará la totalidad de la parcela municipal, que hasta la fecha se había investigado en torno a un 20 o un 30%.

Escaleras localizadas estas semanas en la zona más elevada del yacimiento, de la época íbera plena. / MEDITERRÁNEO
Viciach indica que lo que se había podido confirmar de investigaciones anteriores, databa el poblado en el siglo III de nuestra era, y de la época ibera plena, siguen apareciendo estructuras, como una calle que accede a través de unas escaleras a la zona más elevada, donde han localizado un espacio donde se guardaban ánforas «muy bien conservadas».
Como se ha relatado en numerosas ocasiones, insiste en que el poblado «estuvo ocupado durante diferentes periodos cronológicos» y otro que despierta especial interés es el andalusí, del que han aparecido «materiales bastante antiguos, de entre los siglos IX y X», entre ellos, lo que podría ser alguna estructura habitada.
La arqueóloga, que comparte la dirección de la excavación con un equipo de técnicos multidisciplinar, asegura que esta excavación «será muy fructífera». Lo que se ha podido descubrir en solo un mes, así lo están demostrando.
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