No hace mucho, el piloto catalán Marc Márquez le dijo a Oriol Puigdemont, en una entrevista en Motorsport.com, que, como poco, estaría tres o cuatro años más en activo, peleando por victorias y títulos en el Mundial de MotoGP. También le comentó, claro, que no se veía peleando por la quinta o sexta plaza, es decir, que, en caso de que llegase ese momento, ‘ET’ desaparecería, sin que nadie le empujase, de la parrilla de MotoGP.
Consciente de que todo tiene su final, pese a la extraordinaria temporada que esta protagonizando y la inmediata conquista de su noveno título mundial, el mayor de los Márquez fundó, hace ya tres años, junto a su hermano Àlex y Jaime Martínez Recasens, ‘Vertical’, su propia agencia de representación que persigue crear valor y relevancia global para deportistas, artistas y creadores de contenido, ofreciendo servicios de imagen, comunicación, patrocinios y asesoramiento legal y financiero.
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¿Será ese el futuro del mejor piloto de todos los tiempos? Difícil de predecir, pero viendo la pasión con la que sigue involucrado en su deporte preferido, en su profesión, en el motociclismo, en la velocidad, parece extraño que, como hizo Valentino Rossi, Márquez vaya a desaparecer del todo, aunque es demasiado pronto para decirlo, del ‘paddock’ del Mundial de motociclismo.
El maestro Marc Márquez que tiene bajo el paraguas de ‘Vertical’, su agencia, al joven Máximo Quiles, un auténtico diablillo, disfruta como un loco con las travesuras de David Alonso, campeón de Moto3, que ahora se abre paso entre los favoritos de Moto2.
Es por ello que muchos han visto en la vinculación, en la protección, en el contacto, en la preocupación, en el asesoramiento de pilotos como el joven Máximo Quiles, de 17 años y reciente ganador del GP de Hungría de Moto3 y del no menos joven David Alonso, madrileño de 19 años y vencedor también de la prueba de Moto2 corriendo bajo bandera colombiana, la de su madre, un indicio de que, de una manera u otra, seguirá vinculado al mundo de las dos ruedas.
El pasado domingo, antes de la tres de la tarde, se produjo una imagen enternecedora en el ‘corralito’ del circuito de Balaton Park, a 85 kilómetros de Budapest, donde el Mundial regresaba tras 33 años de ausencia. Cuando Marc Márquez se bajo de su Ducati tras conseguir su séptimo doblete consecutivo de la temporada (victorias en sábado y domingo), la primera felicitación que recibió fue el doble abrazo de sus dos protegidos, de Máximo Quiles y David Alonso.
Pueden verlo ustedes en la imagende Jesús Robledo que ilustra esta información. Vean la cara de felicidad de Máximo y David, vean su mirada reverencial, sus ojos brillantes, vidriosos, la felicidad que sienten al proclamar al mundo que el maestro y sus dos discípulos preferidos (aquí nadie habla de herederos, ni mucho menos) consiguieron, al unísono, las tres victorias del GP de Hungría. Imposible saber cual de los tres estaba más contento y orgulloso, no solo de él mismo sino de los otros dos.
Dos prodigios, sí
Márquez se sintió sumamente feliz de verlos nada más bajarse de la moto. En realidad, a quien protege y trata de enseñar y asesorar el ocho veces campeón del mundo es a Quiles, a quien tiene bajo el paraguas de Vertical. “La verdad es que hay que enseñarle muy pocas cosas”, comenta el campeonísimo de Cervera (Lleida). “Él sabe muy bien lo que debe hacer en cada carrera y hoy (por el domingo) lo ha demostrado con unas últimas vueltas tremendas, no solo muy rápidas y atrevías sino con muchísima cabeza. Eso sí, lo que sí intento es protegerlo del ruido, porque, siendo tan joven, no creo que le vaya muy bien que hablen tanto y bien de él, pero él se lo ha ganado”.
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La relación de Marc con Alonso es distinta. El líder de MotoGP quedó cautivado desde el primer día que vio correr a Alonso. Puede, sí, tal vez, que le recuerde mucho al joven que fue él. Es más, el domingo, Márquez reconoció que ‘Davidillo’ había ganado su primer GP de Moto2 de la misma manera que él ganó el suyo, en Le Mans, “llegando desde atrás muy fuerte y, una vez en el grupo de cabeza, pensar ‘esta victoria, que no me esperaba, no se me puede escapar’ y lo dio todo en la última vuelta con una determinación e inteligencia tremenda”.
David Alonso, en el ‘corralito’ de Balaton Park. / TEAM ASPAR MEDIA
Alonso, cómo no, al igual que Quiles, admira tremendamente a Márquez. David, siempre lo cuenta, no olvidará jamás el día que conoció a su ídolo. Llevaba años y años queriendo conocerlo y, de pronto, surgió la oportunidad.
Fue en 2021, en Motorland, el día que ganó el título de la Red Bull MotoGP Raookies Cup. “Iba yo por el ‘paddock’ tan feliz con mi copa y, de pronto, se paró delante de mí un Honda con los cristales tintados y del coche se bajó ¡Marc! ¿Perdón? ¿Marc Márquez se para por mí? Y, sí, sí, se había parado para felicitarme y decirme que lo estaba haciendo de maravilla, que me había visto correr más de una vez y que no bajase la guardia. ¡Uf!, esa felicitación me llenó más que el título, mucho más”.
Bendito saludo
Quiles explicó el domingo que, aunque le venga de fábrica, a él, como a su maestro, también le gusta ganar la carreras “si puede ser” dando espectáculo. “Así pensé la última vuelta cuando Valentín (Perrone, segundo y protagonista de otra grandísima carrera) nos jugamos la victoria sobre la misma línea de meta. Al llegar a la última curva, me abrí un poco, le dejé que se colase y salí traccionando mucho mejor y le pude ganar en la línea de meta”.
David también hizo un último giro a lo Marc Márquez. “La verdad es que tengo que decir que, saliendo desde la tercera fila, es muy difícil ganar en Moto2, pero pelee duro para llegar a los primeros. No me obsesione con el podio, solo fui pasando uno a uno a los que me precedían. Puede decir que no busqué la victoria, fue la victoria quien me buscó a mí”.
«No olvidaré jamás, jamás, el día que conocí a Marc. Iba paseando por el aparcamiento de Motorland, tras haber ganado la Rookies Cup y un Honda se detuvo a mi lado y de él bajó Marc ¿Cómo? ¿Marc se para por mí? Y, sí, sí, se detuvo para felicitarme. No me lo podía creer, ese saludo valió más que la copa».
Y tanto Quiles como Alonso parecen dispuestos a cumplir el mejor consejo que les ha dado Márquez: no te adelantes a nada, quema las etapas una a una, pasa y aprende de todas las categorías, intenta ganar esos títulos (como hicieron los dos hermanos Márquez Alentá, que no subieron a MotoGP hasta ganar los dos cetro precedentes) porque solo serás recordado por los títulos que ganes.
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Una cosa sí les puedo asegurar y, repito, la foto que ilustra esta información así lo demuestra: Marc Márquez puede estar lo liado que esté a lo largo de todo el fin de semana, puede tener problemas o ganar fácil, muy fácil, pero ya les digo yo que no les quita ojo ni a Máximo ni a David, que son, curiosamente, los pilotos del equipo de Jorge Martínez ‘Aspar’, otro de los grandes, inmensos, maestros del Mundial de motociclismo, que cuenta con el campeón Nico Terol, otro sabio de esto, como Director Deportivo y, por tanto, primero consejero de Máximo y David.
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