El dolor de cabeza de Lamine Yamal tiene nombre y apellidos: Manu Sánchez

Parar a Lamine Yamal, habitualmente, es misión imposible. Su condición de futbolista superdotado, donde combina su imprevisibilidad con una zurda mágica que es capaz de sorprender independientemente de la circunstancia y del contexto del encuentro, y un regate vertiginoso, lo elevan al lugar donde se sientan los mejores jugadores del mundo, siendo el canterano del Barça uno de los más prestigiosos. Los oponentes que se enfrentan al ‘10’ se estrujan la cabeza para encontrar la fórmula que les permita frenarlo, pero en Orriols, lugar donde cualquier gigante sufre de lo lindo, Manu Sánchez fue capaz de disminuir a grandes niveles las múltiples capacidades que lleva Lamine de serie. Fue el segundo partido del ‘23’ como granota, pero su actuación sirvió tanto para poner en pie al coliseo de Orriols como para metérselo en el bolsillo.

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