Gáldar se ha visto sacudida por un episodio de abandono animal que ha generado consternación entre sus habitantes. Un grupo de cachorros fue hallado recientemente dentro de un contenedor de basura, en situación de extrema vulnerabilidad. La rápida reacción de los vecinos, que no dudaron en dar la voz de alarma, permitió la intervención inmediata de los servicios municipales y de los voluntarios de bienestar animal.
Los animales, aún de corta edad, fueron rescatados en estado frágil, pero ya se encuentran fuera de peligro, gracias a la atención proporcionada por personal especializado y voluntarios del municipio. Actualmente, están siendo acogidos temporalmente mientras se trabaja en un proceso de adopción responsable, cuyo objetivo es encontrarles hogares donde puedan crecer y vivir con dignidad, según ha informado el portal CN8 Noticias Canarias.
Solidaridad vecinal y acción institucional
Desde el Área de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Gáldar, en colaboración con asociaciones protectoras y voluntariado, se ha hecho un llamado a la ciudadanía para difundir el caso y encontrar personas dispuestas a adoptar. “Estos cachorros merecen un hogar lleno de cariño y cuidados. Invitamos a quienes estén interesados en su adopción a ponerse en contacto con nosotros a través de nuestras redes sociales o teléfonos de atención”, indicaron los responsables municipales.
La implicación vecinal ha sido clave no solo en la detección del caso, sino también en la disposición para colaborar, compartir información y ofrecer ayuda logística y afectiva en este proceso de rescate y acogida.
Abandono animal: una problemática persistente en Canarias
El caso de Gáldar no es un hecho aislado. Lamentablemente, el abandono y maltrato animal siguen siendo situaciones recurrentes en Canarias, donde cada año se reportan decenas de casos similares, especialmente en municipios con núcleos rurales o en zonas de difícil vigilancia.
Según datos de asociaciones y colectivos defensores de los animales, muchos de estos abandonos podrían evitarse con una mejor educación en tenencia responsable, así como con mayores controles y sanciones efectivas contra quienes incurren en estas prácticas.