Ha sido un día lleno de emociones en el hospital. Entre el parto arriesgado de Seren y el accidente de Bahar, Uras no ha tenido ni un respiro. Caminando por los pasillos, al borde de estallar por la tensión, su corazón se ha detenido un instante al ver a su mujer llorando frente a la incubadora.
“¿Pasa algo con los bebés?”, le ha preguntado, temiendo lo peor. Pero las lágrimas de Seren no eran de dolor, sino de felicidad. “La doctora ha dicho que podemos llevarlos a casa”, ha contestado.
El alivio ha sido inmediato. Uras tampoco ha podido contener el llanto. La alegría, el amor y el momento compartido han sido más fuertes que todas las discusiones que habían tenido. Luego, la pareja se ha fundido en un abrazo.
Justo en ese momento ha aparecido Efsun, la madre de Seren, para la audiencia de Bahar en el hospital. Al enterarse de la noticia, también se ha unido al momento y ha compartido la alegría de su hija y de su yerno. No ha dicho nada sobre el motivo de su visita, porque ahora lo único importante es que los mellizos por fin podrán irse a casa.
La familia, por primera vez en mucho tiempo, tiene algo que celebrar.