Al menos seis de cada diez infecciones de transmisión sexual (ITS) en Canarias afectan a hombres. Y es que los últimos datos de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS) demuestran que más de la mitad de los contagios de 2024 se dieron en personas de este sexo, concretamente el 63% de los casos.
No obstante, a la hora de discriminar por tipo de infección, las mujeres encabezan los casos de clamidia con una ligera diferencia del 3%. De hecho, la clamida fue la ITS que registró mayores contagios, 1.100 en mujeres y 1.030 en hombres. Aunque es la única excepción. De resto, los hombres fueron los más afectados por la sífilis, con un 82%,y la infección gonocócica –conocida como gonorrea–, con un 73%. Especialmente aquellos de entre 25 y 34 años.
Factores determinantes
Para el técnico del Servicio de Epidemiología y Prevención de Salud Pública, Guillermo Pérez, el sexo no es un factor determinante para saber qué población es más vulnerable. Sn embargo, sí reconoce que las mujeres, por su composición biológica, son más susceptibles de contraer algunos tipos de ITS. «El tipo de tejido que recubre la mucosa vaginal –al estar vascularizado y ser fino y delgado–, favorece la entrada de bacterias o virus», explica.
Lo que sí resulta clave para comprender por qué unas personas se contagian más que otras son las prácticas sexuales. «Aquellas personas que presentan una actitud receptiva en la penetración se muestran más vulnerables, porque existe un mayor riesgo a sufrir erosiones que permitan la continuidad de la infección en los tejidos sanguíneos», aclara. Así, las relaciones sexuales entre hombres también muestran una mayor receptividad a contraer ITS si no se hidrata bien la zona.
Aumento de casos
Todo esto es importante para comprender el aumento que ha experimentado el Archipiélago en 2024, ya que registró 982 casos más que en 2023. «Desde el año 2010 se ha observado un incremento en la presencia de ITS, que se potenció a partir de 2015 y en la época actual se ha multiplicado», apunta. En e último año, la infección gonocócica o gonorrea aumentó en un 28% y la clamidia incrementó su presencia hasta en un 37%.
Pese a este incremento general, la infección por sífilis cayó un 27,5%. No obstante, Pérez advierte que aún es pronto para saber si estos datos representan un cambio de tendencia o si simplemente constituyen un hecho aislado. «En el último año, se realizaron muchos cribados y se confirmaron varios diagnósticos de sífilis. Puede que al detectar esos casos –que ya se han curado– se haya cortado la cadena de transmisión», cuenta. Aunque aún se trata de una teoría en proceso.
Cribados regulares
Tenerife puso en marcha hace cuatro años un proyecto piloto en centros de salud de la Isla para detectar la presencia de estas ITS. Pese a que solo hay cuatro puntos oficializados –en los centros de salud de Añaza, La Cuesta y San Isidro, así como en el servicio de Urgencias de Puerto de la Cruz.–, reciben a personas de cualquier zona de Tenerife y sin necesidad de pedir cita previa. Así, quienes estén interesados pueden acudir tanto de manera voluntaria como derivados por personal sanitario.
Bajo el nombre de Screening Point, el proyecto ha permitido mejorar el diagnóstico precoz de virus de inmunodeficiencia humana (VIH), ITS y hepatitis víricas. En lo que va de año se han registrado hasta siete mil pruebas de diagnóstico, aproximadamente. «Los centros suelen tener una actividad de mil tests mensuales y este factor ha permitido detectar un mayor número de casos que otros años», aclara Pérez.
Pero este proyecto no es la única iniciativa que permite el diagnóstico de este tipo de infecciones. Los servicios de Urgencias Hospitalarios tienen en marcha un protocolo de detección precoz para un determinado perfil de pacientes. Además, el SCS colabora con distintas ONG en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, La Palma y Fuerteventura para agilizar el servicio de pruebas rápidas de detección del VIH.
PrevenciónIN
El primer paso para evitar los contagios es conocer cada infección. «Es importante ser consciente de su existencia, saber cómo se transmiten y de qué manera pueden afectar», señala Pérez. Por otro lado, la educación sexual también se presenta como una pieza clave en la prevención de este tipo de infecciones. «Hay que fomentar este tipo de formación desde la infancia, y sobre todo en aquellas poblaciones más vulnerables o que tienen mayor riesgo de adquirirlas», añade.
Aunque la principal estrategia es recuperar el uso del preservativo para evitar la transmisión de infecciones. Además de fomentar la vacunación de aquellas patologías que pueden ser prevenibles como, por ejemplo, el virus del papiloma humano, la hepatitis A o B y la Mpox, comúnmente conocida como viruela del mono. Por último, Pérez recuerda la importancia del cribado periódico.
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