Arranca la primera fase de la restauración de la fachada de la segunda basílica de la ciudad de Zaragoza

Un enorme
andamio ya envuelve la fachada de la Basílica Menor de Santa Engracia que
va a ser objeto de una importante intervención que tiene por
objetivo devolverle su esplendor original. Los trabajos se van a
dividir en dos fases
: una primera que afecta directamente a la
fachada y que corresponde al Arzobispado y a la propia parroquia; y
una segunda relacionada con la portada que llevará a cabo la
Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

COPE

Aspecto de la fachada de Santa Engracia cubierta de andamios.

Hablamos de un
edificio emblemático como es la segunda Basílica de Zaragoza tras
la del Pilar
. En una primera fase se va a limpiar y restaurar la
fachada y en la segunda se repararán los daños en la portada. Y es
que desde hace varias décadas, esta iglesia contaba con daños en la
portada y con humedades que estaban afectando a los ladrillos de la
fachada
.

ARRANCA LA PRIMERA FASE

En la primera
fase de restauración, los trabajos se centrarán en eliminar la
humedad y limpiar la fachada
. Estas labores preliminares, que han
comenzado con la instalación de los andamios, tendrán una duración
aproximada de seis meses

«La fachada está muy sucia y tiene una capa muy potente de hollín»

Fernando Alegre

Arquitecto encargado de dirigir los trabajos de restauración

«Por ahora hemos podido dar un barrido
palmo a palmo por toda la superficie de la fachada y analizar de
forma pormenorizada el estado en el que se encuentra el conjunto.
Coincide con las previsiones que habíamos hecho en proyecto»,
según ha explicado en COPE el arquitecto encargado de la
restauración, Fernando Alegre.

Aspecto de la fachada de Santa Engracia cubierta de andamios.

COPE

Aspecto de la fachada de Santa Engracia cubierta de andamios.

«Tenemos
dos clases de ladrillo diferentes, el del XVIII y el de
reconstrucción del XIX
. Hay además toda una serie de capas de
pinturas, suciedades… que se han ido acumulando durante el
tiempo. El deterioro es un poquito más notable en las zonas de
piedra que forman las cornisas o en los recuadres de los ventanales
que en el ladrillo. Salvo en la faja inferior de la basílica que
está desecho por las humedades, en el resto está en un estado
aceptablemente bueno
«, ha destacado Alegre.

«Tiene una
capa muy potente de hollín
, que sabíamos que existía, pero con las
capas de limpieza que estamos haciendo es bastante llamativo.
Evidentemente no volverá a ser negra. Esto era debido a los 200 o
300 años de calefacciones de carbón
. Ahora lógicamente recuperará
su color tostado de ladrillo», ha explicado el arquitecto.

Imagen de la iglesia de Santa Engracia antes de colocarse los andamios en la fachada.

COPE

Imagen de la iglesia de Santa Engracia antes de colocarse los andamios en la fachada.

UN NUEVO DISPOTIVO ANTIHUMEDAD

La limpieza no
será solo superficial. Alegre comenta que, junto a la eliminación
de suciedad, se están programando actuaciones posteriores.
«Se
van a incorporar sistemas antihumedad que está previsto instalar en
la parte baja para controlar en la medida de lo posible las humedades

ascendentes procedentes del terreno que no solo están afectando a la
fachada y al ladrillo, sino también a la portada de alabastro del
siglo XVI. Vamos a implementar muy pronto esta instalación para que
cuando los restauradores comiencen a actuar a principios de año en
la portada, toda esta parte de la fachada bastante húmeda se haya
ido secando», ha explicado Alegre.

El resultado
de esta restauración será una fachada con un aspecto mucho más digno
. Según Alegre «la
ciudadanía se va a encontrar una fachada sobre todo dignificada. Es
una obra muy interesante del siglo XVIII
que reconstruye una fachada
medieval del siglo XV que no había sido muy apreciada en comparación
con el valor de la portada renacentista«. 

«Hay dos clases de ladrillo diferentes: el del siglo XVIII y el de la reconstrucción del XIX»

Fernando Alegre

Arquitecto encargado de dirigir los trabajos de restauración

Mediante la limpieza y
restauración
va a recobrar ese aspecto de dignidad que con el tiempo
se ha ido perdiendo. «Tendremos medios para la mejor conservación. Y
eso es importante. Tratar los temas de humedades, como todo el
sistema de evacuación de aguas por las cornisas
para que ésta se
pueda conservar el mayor tiempo posible».

LA SEGUNDA FASE COMENZARÁ EN ENERO

La intervención
forma parte de un plan en dos fases. Una vez finalizada esta etapa de
seis meses centrada en fachadas y torres, la segunda fase se enfocará
en la portada renacentista de Gil de Morlanes. Esta será ejecutada
previsiblemente a comienzos del próximo año bajo la supervisión de
la Dirección General de Patrimonio Cultural, con un presupuesto de
casi 330.000 euros
. El objetivo final es que, en torno al verano de
2026, la basílica recupere todo su esplendor
.

Fuente