La sección sindical de Comisiones Obreras del Ayuntamiento cuestionó este lunes la gestión económica del alcalde de Elche, Pablo Ruz, después de que INFORMACIÓN publicara este domingo que hacen falta tres millones más para nóminas hasta final de año. «Volvemos a alzar la voz ante la situación límite que vive la plantilla municipal como consecuencia de la nefasta gestión del equipo de gobierno en materia de recursos humanos. Lo que debería ser una planificación responsable y eficaz del personal público se ha convertido en una sucesión de decisiones improvisadas, recortes encubiertos y falta de previsión, que pone en grave riesgo la calidad de los servicios públicos que recibe la ciudadanía», explican.
Añaden que «la preocupación entre el personal municipal crece día a día, y no es para menos. A la falta de coherencia en las prioridades presupuestarias se suma ahora una realidad tan grave como inaceptable: ni siquiera está garantizado el cobro de las nóminas. Todo ello, a pesar de que los gastos de personal eran completamente previsibles y estaban ya contemplados en los presupuestos municipales. ¿Cómo es posible que un Ayuntamiento que presume de superávit no pueda asegurar los sueldos de su plantilla? ¿Dónde ha ido a parar el dinero presupuestado? Señor alcalde, una administración no puede vivir por encima de sus posibilidades«. El sindicato recuerda que en junio solicitó una reunión urgente con el concejal y la directora del área de Recursos Humanos ante la «avalancha de informaciones preocupantes sobre limitaciones presupuestarias para contrataciones necesarias y los ceses de personal sin continuidad. Todavía estamos esperando respuesta».
«Las contrataciones no se traducen en una mejora real del funcionamiento interno. La carga de trabajo sigue siendo desproporcionada, y muchos departamentos continúan gravemente infradotados»
«Todo va bien»
Asegura el sindicato que desde el equipo de gobierno se repite «como si fuera un mantra, que “todo va bien”, que “hay superávit”, que “es la mejor gestión de la historia”. Pero las mismas fuentes explican que «los hechos y los datos, que se nos facilitan tarde y de forma incompleta, desmienten por completo ese relato autocomplaciente. Las contrataciones no se traducen en una mejora real del funcionamiento interno. La carga de trabajo sigue siendo desproporcionada, y muchos departamentos continúan gravemente infradotados». El sindicato añade que «para desviar la atención, ahora se pretende culpabilizar al absentismo como si fuera el origen de todos los problemas. Sin embargo, lejos de contextualizar o distinguir entre ausencias justificadas —por enfermedad o causas familiares— y faltas reales de responsabilidad, el gobierno municipal opta por criminalizar al conjunto de la plantilla. Y lo hace ignorando que el absentismo en este Ayuntamiento está por debajo de la media estatal y autonómica. Una estrategia que no solo es injusta, sino profundamente irresponsable y deshonesta».
Comisiones Obreras recuerda que lleva años advirtiendo del progresivo envejecimiento de la plantilla municipal y de la urgente necesidad de aplicar políticas de renovación y refuerzo, pero «en lugar de actuar, el equipo de gobierno ha optado por parchear y desentenderse de la planificación a largo plazo. El resultado: servicios deteriorados, trabajadoras y trabajadores desbordados, y una ciudadanía que sufre las consecuencias». Explican que esta situación no es casual ni puntual, «es el reflejo de una gestión política opaca, ineficiente y desconectada de la realidad. No se puede seguir gobernando a golpe de improvisaciones, titulares huecos y propaganda mientras la plantilla se resiente y los servicios públicos se debilitan».
«Caja opaca»
Hay otros aspectos sobre los que no está de acuerdo el sindicato, «respecto a la productividad, más de lo mismo, exigimos saber con claridad dónde y en qué se han gastado unos fondos que estaban presupuestados, previstos y acordados. No aceptamos excusas, ni desvíos de responsabilidades. Los recursos públicos no son una caja opaca al servicio de unos pocos, sino una herramienta que debe servir para garantizar servicios de calidad y condiciones laborales dignas. Exigimos transparencia, que se cumplan los acuerdos en sus términos negociados, y se aplique una planificación estratégica que responda a las necesidades de este Ayuntamiento y de su ciudadanía. No vamos a quedarnos callados ante una gestión que amenaza con dinamitar la estabilidad».
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