Moncloa considera más fácil contar con Junts

Esa intención será el hit del inicio de curso político que arranca este martes con el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones, en plena polémica por los incendios forestales.

Todo ello, con el Gobierno pendiente de las novedades judiciales sobre los casos de corrupción, y con vistas a las dos elecciones que, al menos, se celebrarán antes de verano de 2026 en Castilla y León y Andalucía.

En realidad, Sánchez y sus ministros dijeron también que presentarían los Presupuestos de 2025 y no parece que el presidente del Gobierno pueda decir otra cosa, pues no hacerlo supone incumplir la Constitución.

Pero, a día de hoy, se mantiene vivo el propósito de Sánchez y lo ratifican fuentes de Moncloa, aunque ya llega tarde para cumplir el calendario que exige la Constitución.

Fuentes del Gobierno admiten las dificultades para lograr los apoyos necesarios para sacarlos adelante. Necesita cuadrar las posiciones e intereses de todos los grupos parlamentarios, salvo PP y Vox.

Estas fuentes explican que no será fácil el acuerdo con Junts y ERC, pero sostienen que aún más complicado será lograr el apoyo, imprescindible, de los diputados de Podemos.

Fuentes del partido que lidera Ione Belarra desconfían de las intenciones de Sánchez. Lo consideran una estrategia para tener una coartada con la que poner fin a la legislatura, pudiendo culpar a otros del fracaso de los Presupuestos.

«Este tema de los Presupuestos es un titular más del Gobierno», aseguran fuentes autorizadas de Podemos, «después de dos años gobernando sin presupuestos sin importarles lo más mínimo, ahora no resulta creíble que de verdad quieran aprobarlos. Nuestra impresión es que están buscando un relato con el que ir a elecciones, que no sea su corrupción«.

No al gasto militar

Las mismas fuentes señalan que «Sánchez va a buscar alguna excusa para convocar elecciones. Todo el mundo repite sus jugadas y esta es la misma que utilizó en 2019, para que alguien cargue con la culpa de la disolución».

Podemos ya estableció hace meses que sólo apoyaría unos Presupuestos si no hay ni un euro de aumento en gasto militar, si se rompe todo tipo de relaciones con Israel y si se baja por ley un 40% el precio de los alquileres.

Las tres condiciones han sido consideradas siempre como imposibles por el Gobierno. Por eso, entiende que el acuerdo con Podemos para los Presupuestos será muy complicado, porque considera que este partido ha tomado ya una decisión estratégica para no apoyar al Ejecutivo e ir a unas futuras elecciones generales lejos del Gobierno de Sánchez.

Fuentes socialistas explican que con Junts y ERC hay vías de diálogo abiertas y engrasadas, mientras que con Podemos en este momento las relaciones son complicadas.

Los de Belarra no quisieron acudir a la ronda de Sánchez con los portavoces a propósito de la corrupción y rechazan sistemáticamente negociar, para votar a favor de aquello con lo que coincidan.

Con los partidos independentistas catalanes, el Gobierno mantiene conversaciones para cumplir compromisos adquiridos durante la legislatura.

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