José Ángel Núñez Mora, jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana y representante de esta entidad en el Cecopì (Centro de coordinación operativo integrado) el cerebro de la emergencia durante la dana del 29 de octubre, ha asegurado hoy en el programa de «Les noticies del matí» de Àpunt que con 228 fallecidos tras la barrancada «no podemos estar satisfechos». Por eso, al ser interrogado sobre qué aprendizaje obtienen sobre la gestión de la emergencia del 29-O ha hecho autocrítica y ha reconocido que en el organismo estatal, pieza clave dentro del sistema de emergencias, no pueden estar contentos dado el fatídico desenlace con el que se saldó el 29-O. «Somos un mecanismo más dentro del engranaje de la gestión de la emergencia. Es evidente que todo el sistema se ha visto dañado. Tampoco diré que nosotros lo hemos hecho muy bien. Debemos analizar el sistema en su conjunto, la realidad es que hubo 228 muertes», ha asegurado.
Núñez Mora, que ya declaró como testigo ante la jueza y el fiscal de la dana, aunque las acusaciones populares de ultraderecha intentaron que se le citara como investigado, extremo que ha rechazado la magistrada de la dana. «Evidentemente, yo no sabía que caerían 770 litros en Turís. Ni en mis peores sueños imaginaba que habría 220 muertos a causa de esa riada», ha lamentado Núñez. Asimismo, recordó que el ente meteorológico trabaja con superación de umbrales y probabilidades de ocurrencia, por lo que decretaron desde primera hora el aviso rojo, que es el máximo nivel de riesgo y que, según la política de avisos del ente, implica peligro para la vida. Así, se mostró confiado en que la gente comprende que ante una alerta, hay un porcentaje de casos en los que después no acaba ocurriendo nada, pero esto no debe hacer que se infravaloren los avisos, sino que hay que aprender a leerlos. «Tenemos una herramienta muy potente que es la ciencia, y nos advertía que ese [el 29-O] era un día de peligro extraordinario», concluyó.
Núñez, que también ha estado en el punto de mira de las críticas del Consell, defendió que hicieron todo lo que pudieron con la información de la que disponían en ese momento, pero admitió que es necesario «analizar» todo el sistema para evitar que se pueda repetir una tragedia similar. El objetivo dentro de los estatutos de la Aemet es proteger bienes y vidas, y hubo 228 muertes. Entonces no podemos estar satisfechos», ha remarcado.
De hecho, el Consell ha criticado en los últimos meses a la Aemet por la predicción de lluvia que hizo el 29 de octubre, que considera errónea. El jefe de Climatología ha lamentado haberse visto «rodeado en el fuego cruzado político» porque, como técnico, no está acostumbrado, y defendió, como todos los días desde la tragedia, que desde la Aemet hicieron el trabajo como tocaba: «Desde el primer momento vi claro que se intentaba no se responsabilizara a los técnicos generar», ha insistido. Pese a que piensa que la reputación de la Aemet no se ha visto resentida, sí ha insistido en que hay que conseguir que la ciudadanía «recupere poco a poco la confianza» en el sistema de emergencias, desde la meteorología hasta los técnicos en protección civil.