Elon Musk sigue acudiendo a los tribunales para hacerse un hueco en el boyante mercado de la inteligencia artificial. Su start-up xAI ha demandado este lunes a Apple y OpenAI, acusando a ambas compañías de ser «monopolios» y de conspirar ilegalmente para bloquear la competencia en el sector.
La querella, presentada ante un tribunal federal de Texas, pretende impedir la alianza que ha permitido que Apple integre el modelo generativo que hay detrás de ChatGPT en sus productos, desde los teléfonos móviles iPhone hasta las tabletas iPad o los ordenadores portátiles Mac.
La demanda impulsada por el equipo legal de xAI asegura que Apple «evita destacar la aplicación X —la antigua Twitter— y la aplicación Grok —la IA propiedad de Musk— en su App Store» o tienda de aplicaciones, por lo que exige miles de millones de dólares en supuestos daños y perjuicios.
A principios de agosto, Musk ya amenazó con demandar al gigante tecnológico de Cupertino, al que acusó públicamente de «hace imposible que cualquier empresa de IA, excepto OpenAI, alcance el número 1 en la App Store».
OpenAI lamenta el «acoso» de Musk
Desde OpenAI, han desestimado la denuncia, asegurando en un comunicado que «es coherente con el patrón de acoso continuo» del hombre más rico del mundo. Musk cofundó la popular start-up de IA en 2015, pero la abandonó tres años después tras una fallida pugna por su control que consolidó el poder de Sam Altman, su actual director ejecutivo.
A finales de 2022, OpenAI lanzó ChatGPT, que se convirtió rápidamente en la aplicación de consumo con mayor crecimiento de la historia. Su inesperado éxito activó una frenética carrera empresarial por el dominio de este sector que ha disparado la inversión de compañías como Google, Microsoft, Meta o Amazon a cifras astronómicas.
Musk trata de hacerse un hueco en esa competida lucha. Es por eso que ha integrado Grok en los vehículos fabricados por su empresa Tesla y que ha vendido X a xAI para que su plataforma tenga un mayor acceso a datos con los que entrenar su controvertido chatbot. A principios de julio, el modelo —vendido como políticamente incorrecto y el único que dice la verdad— empezó a escupir mensajes antisemitas y elogios al dictador nazi Adolf Hitler, lo que obligó a actualizarlo.
El magnate también ha presentado dos demandas por separado contra OpenAI y contra Altman para tratar de impedir la conversión de la start-up de organización sin ánimo de lucro a empresa cuyo objetivo es tener beneficios económicos. Como otros, Musk considera que esa reestructuración acelerará el lanzamiento sin supervisión de productos de IA que puedan entrañar grandes riesgos sociales.
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