el estadio del Oviedo registró la mejor entrada de su historia con la visita del Real Madrid

De récord en récord en el Carlos Tartiere. Ni tres meses habían pasado desde la última vez que retumbaron los cimientos del coliseo carbayón con ese ascenso, pero todos estaban preparados para un duelo de altura. Esta vez no había algo tan importante en juego, pero la atmósfera volvía a ser muy especial, contagiada por la ilusión de regresar a Primera muchos años después y por volver a competir ante los grandes acaparando la atención del panorama nacional. Y, en la previa, había una cosa clara. «No sé lo que pasará, pero estoy seguro de que vamos a competirle al Madrid», expresaba Eduardo López, un sentir que reflejaba la actitud de muchos seguidores azules.

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