Una tradición singular en Xixona que se escenifica desde hace más de un siglo. Los Moros y Cristianos cierran su trilogía festera con un acto representativo y único: el llamado juicio sumarísimo al moro traidor.
Cientos de personas han presenciado este lunes esta emblemática celebración, que consiste en el juicio, fusilamiento y entierro de un moro que traiciona a sus compañeros.
Cuenta la historia de amor de un moro y una cristiana que lleva al hombre a desvelar la ubicación de un pasadizo secreto a los cristianos para poder asaltar por la tarde la fortaleza, en poder de la media luna.
Vecinos y visitantes han visto cómo el traidor ha sido llevado desde los calabozos, situados en la casa consistorial, atado por La Plaça, intentando escapar, pero fracasando en el intento.
Puesta en escena
Ha sido conducido hasta el Castillo, donde ha sido juzgado y condenado a muerte por traicionar a Alá y a sus compañeros tras enamorarse de una cristiana. La puesta en escena, que incorpora una parte de sátira, crítica y humor, ha provocado los aplausos de los asistentes.
Tras su ejecución, ha llegado el entierro, en el que los que han sido sus compañeros han portado el cadáver del ajusticiado, aunque su pérdida les ha causado un hondo dolor.
Tras el juicio, llega el turno de la misa a San Sebastián, el alardo con arcabucería y la embajada del bando cristiano, para culminar con la derrota del bando de la media luna tras la traición del moro enamorado. La interpretación final del himno de fiestas desde el balcón del Ayuntamiento pone el cierre a las fiestas de Xixona.










