La selección angoleña de baloncesto logró darle una enorme alegría a su pueblo consiguiendo el Afrobasket. El título se quedó en casa tras la brillante victoria en la final ante Mali por 70-43, en un torneo que ha tenido infinitas dificultades: retrasos en los inicios de partidos, cortes de luz y otros inconvenientes que han ido documentando algunos de los periodistas que han cubierto ‘in situ’ el Campeonato. Angola recupera la corona africana 12 años después de su última victoria en Costa de Marfil en la edición de 2013.
Un torneo con rostros conocidos
En el Afrobasket han participado jugadores de primer nivel, como los madridistas Edy Tavares (Cabo Verde) y Bruno Fernando (Angola), el exterior del Valencia Basket y exazulgrana Brancou Badio (Senegal), o jugadores importantes en Euroliga como Alpha Diallo (Guinea) o el campeón Jilson Bango (Angola) con el Fenerbahçe de Sarunas Jasikevicius.
Pero el protagonismo individual en este Afrobasket ha recaído en un jugador tan bajito, que incluso ha esquivado el radar de los equipos del viejo continente. Se trata del base angoleño Childe Dundao, que ha sido la gran sensación del torneo, y que ha demostrado que la altura es tan solo un número.
Dundao ha brillado con luz propia en este último Afrobasket / FIBA
Otros cracks de pequeñas dimensiones
El director de juego angoleño tiene una estatura de un metro y 67 centímetros según marca la web oficial del torneo. Para hacernos una idea, Facundo Campazzo mide 1,81, y actualmente en la NBA se encuentra el nipón Yuki Kawamura, que hace 1,73. De hecho, Dundao es únicamente más alto que el mítico Mugsy Bogues (1,60) y ‘lentejita’ Earl Boykins (1,65), que son los dos jugadores más bajos que históricamente han jugado en la liga americana. En España, ese metro y 67 centímetros iguala la altura de Quique Azcón, formado en la cantera del Joventut y que jugó en Sevilla, Murcia o Bilbao.

La viral e histórica imágne de Bogues junto a Bol Bol / Bullets
Números de ‘MVP’
Dundao ha firmado un torneo de ensueño, en el que ha promediado 15,7 puntos y 5,8 asistencias por encuentro. Ante la selección de Tavares se fue hasta los 30 tantos, mientras que en el partido por el título, anotó 16 puntos, además de repartir cinco asistencias y capturar cuatro rebotes pese a no llegar a los 170 centímetros. Unos números que le han servido para ser desginado mejor jugador del torneo.
El jugador ha demostrado ser un terremoto, un ‘correcaminos’ que pese a su baja estatura cuenta con un físico fuerte y atlético que le permite ejecutar bien tras contacto. En una selección con tanta altura, y en la que el pívot Bruno Fernando ha jugado minutos al ‘3’, Dundao ha sido esa referencia exterior tan necesaria para que el combinado del catalán Pep Claros se haya alzado con el título.
Una carrera vivida únicamente en Angola
A sus 27 años, Dundao nunca se ha movido de su Angola natal en su trayectoria baloncestística. Pertenece al Petro de Luanda, club en el que milita desde 2016, y con el que ha ganado seis ligas angoleñas, mientras que en 2024 ganó la BAL, la liga africana de baloncesto organizada por FIBA y la NBA. Su rendimiento no habrá pasado desapercibido en el viejo continente, y quién sabe si podría ser uno de los nombres que agite las últimas semanas de mercado.
En Liga Endesa, su nacionalidad angoleña le da esa condición de cotonou, algo que no le haría ser extracomunitario. Desde luego, sería interesante y divertido ver a Dundao en nuestro baloncesto tras haber demostrado que la altura, es tan solo un número.