Un juzgado de Palma está investigando a un orientador educativo por un presunto delito de lesiones por supuestamente haber agredido a un alumno de 12 años autista en el patio de un colegio público en es Capdellà, en Calvià (Mallorca).
La familia del menor, que también padece un trastorno de déficit de atención e hiperactividad, denunció los hechos a mediados de mayo ante la Guardia Civil al detectar que el niño presentaba dos golpes en la cabeza, uno en la parte trasera y otro, en la zona frontal. La víctima les explicó que el orientador le había agredido y le había cogido del pelo con fuerza. Al recabar más datos, otros dos alumnos corroboraron que el profesional le había agarrado del cabello y le había empujado hasta ponerle la cabeza en el suelo, volviendo a levantarle del pelo, según se desprende de la denuncia.
El perjudicado acudió al médico el mismo día de los hechos, el pasado 15 de mayo de 2025, y le emitieron un parte de lesiones donde consta tanto una contusión en región occipital, como una contusión en región frontal con una dermoabrasión redondeada. Un forense ha avalado estas heridas que, según su versión, conllevan cinco días de perjuicio básico.
El magistrado del juzgado de instrucción número 8 de Palma, encargado de investigar el caso, abrió diligencias previas a principios de julio contra el orientador educativo y aceptó la inhibición de otros dos juzgados de la ciudad. El juez citó a declarar al profesional en calidad de investigado por un supuesto delito de lesiones a finales de mes.
El acusado negó de forma rotunda haber agarrado del pelo al alumno y empujarlo hasta ponerle la cabeza en el suelo en el patio del colegio. Según su versión, el menor se agarró a la barandilla de la escalera y se quedó inmóvil con la cabeza pegada en la barandilla y, cuando él se fue y vino otro profesor, seguía en esa posición, por lo que puede ser que en ese momento se diera un golpe.
El orientador investigado recordó que ese día estuvo en la guardia de patio junto con otra profesora para vigilar y observar. Allí había 17 alumnos, según apuntó. “Es habitual que pegue” el menor en el patio, según manifestó, y “que se ponga agresivo”.
Admite que lo separó
El encausado, que está defendido por la Abogacía de la Comunidad Autónoma, únicamente reconoció ante el juez que tuvo que separar al niño de los demás alumnos porque estaba en situación agresiva, “llevaba 30 minutos pegando a los compañeros del patio, les había tirado una manzana a la profesora de guardia” y a él, molestaba a los compañeros y les agredía con una cuerda.
Según su versión, le advirtió en varias ocasiones para que saliera de la pista y que no pegara, pero él hizo caso omiso, “estaba más agresivo que otros días”. Los compañeros, cansados de las agresiones y de los golpes, se pusieron a agredirle a él, por lo que era una pelea de uno contra siete u ocho, indicó el orientador. Por este motivo, volvió a decirle que saliera de la pista y al no hacerle caso, se acercó a él y le cogió de un hombro para retirarlo de la pista. Entonces, el menor le dio un manotazo y un golpe en la barriga para que se apartara. En ese momento, el orientador le cogió por la nuca y lo llevó a la directora, según su declaración ante el juez, porque muchas veces salta la valla y se escapa y tuvo que “contenerlo” de esa manera.
El encausado detalló ante el juez que este alumno ha sido expulsado del colegio varias veces este año y que debería ir a un centro de educación especial de conducta.
El profesional investigado aseguró también que se disculpó con la madre del niño el día de los hechos. Según indicó, le explicó que el menor estaba “fuera de sí” y que no había otra forma de protegerlo y apartarlo.
La familia del perjudicado interpuso una denuncia ante la Guardia Civil el mismo día del incidente en el patio del Colegio de Educación Infantil y Primaria Galatzó, en es Capdellà (Calvià). Ese mediodía, recibieron una llamada del centro para recoger al niño, ya que había mostrado mal comportamiento. El menor explicó que el orientador le había agredido y le había agarrado del pelo. Al detectar que presentaba dos golpes en la cabeza, acudieron a un centro médico. La familia, representada por el abogado Pablo Alonso de Caso, explicó que el niño padece autismo, además de un trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y que por ello su comportamiento suele ser inadecuado, insultando y estando siempre enfadado, pero no es agresivo.
Los agentes investigaron lo ocurrido y, días más tarde, citaron a declarar al orientador por un supuesto delito de lesiones. El sospechoso se acogió a su derecho a guardar silencio ante la Guardia Civil.
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