Y de nuevo, luz al final del túnel. Elías Herrero ya sabe cuál es el camino de la victoria en la leucemia, y esta vez el gol por la salvación está muy cerca. El héroe al que le corre por las venas la sangre azul y amarilla recibió el pasado 19 de agosto la llamada de la esperanza: habían encontrado un donante de médula compatible. Los gritos de felicidad, las lágrimas y los saltos de alegría formaron parte de una noticia que ha llevado a Elías y a sus padres a recorrer este camino con la mayor valentía posible, teniendo a la UD Las Palmas como un apoyo incondicional.
Aunque ya hay donante, no será hasta el mes de diciembre cuando la familia pueda viajar hasta Madrid. Antes, les espera unos meses de protocolo, en los que la quimioterapia será protagonista. «Están siendo meses difíciles porque él está recaído, apenas quiere comer ni jugar y está la mayor parte del tiempo durmiendo por la agresividad del tratamiento», narra su padre, Nauzet Herrero.
Un héroe que lleva en su capa el escudo de la UD Las Palmas, el equipo que le ha servido de salvavidas a la hora de sobrellevar este desagradable capítulo. Además, su amor por el conjunto amarillo es tan fuerte que el destino quiso que compartiera cumpleaños con el club de su vida: el 22 de agosto. Eso sí, con una diferencia de 68 años.
Una recaída a los tres meses
A Elías le detectaron leucemia el 5 de febrero de 2023, y después de dos años de lucha, el 5 de marzo de 2025 tocó la campana en el Materno Infantil, esa que indicaba que por fin se había curado. Pero la vida le tenía preparado otro golpe, y la felicidad en casa de los Herrero duró apenas tres meses. El 26 de junio de este mismo año volvió a recaer. «Se nos cayó la vida encima, porque Elías ya no tenía 5 años como la primera vez sino 7, y ya sabía a lo que se volvía a enfrentar y nos mencionó la palabra miedo», recuerda Nauzet.
La plantilla de la UD posa junto a Elías / LP/DLP
Pero Elías es un guerrero y aunque todavía no lo sabe, su mejor regalo de cumpleaños fue la llamada de la oncóloga el pasado martes, cuando les informó de que ya había un donante. «Él lleva su propio control de medicación, en el que se toma diariamente una media de siete pastillas además de un jarabe por la mañana y por la tarde», expresa su padre, al que no le cabe el orgullo en el pecho.
Elías reaccionó a la noticia de que tenía donante de médula de cuclillas, con los puños cerrados y gritando ‘tómalo’
La esperanza, la fe y la fuerza son tres de las palabras en el diccionario de esta familia grancanaria, que tiene claro que «siempre vuelve a salir el sol». En medio del segundo ciclo de consolidación, como es llamada esta parte del proceso, el camino se centra en dos pasos más previos al viaje a Madrid, que según unos cálculos rápidos será en el mes de diciembre siempre y cuando el tratamiento no tenga que detenerse.
Los jugadores de la UD, volcados
La noticia del donante de médula fue indescriptible para Elías, quien reaccionó en el salón de su casa de cuclillas, con las manos en puños mientras decía «¡tómalo!», pero también para su familia y para la plantilla de la UD Las Palmas, que han acompañado al pequeño en todo momento. Desde el mensaje que Alberto Moleiro le hizo llegar dándole la enhorabuena, hasta el de su ídolo Kirian Rodríguez y el recibimiento que tuvo hace unos días en el entrenamiento de los amarillos y en el que Viera le premió con sus botas firmadas.
«Elías cuando le pinchan el catéter dice que tiene la sangre amarilla y azul, desde siempre ha sido locura con el fútbol y su felicidad es ver jugar a la Unión Deportiva», explica Nauzet, quien asegura que otra de sus estrellas es el artista canario Quevedo.

Jonathan Viera junto a Elías y las botas firmadas / LP/DLP
Con la luz al final del túnel en el viaje a Madrid, los Herrero siguen vendiendo las camisetas solidarias con las que el CD Tenerife y la UD Las Palmas saltaron al terreno de juego en el derbi de La Orotava. La idea no es otra que concienciar de la importancia de donar médula, un simple gesto que puede salvar vidas.
A pesar de que el donante de Elías por el momento es anónimo y está protegido por la ley de protección de datos, desde el hospital han comunicado a la familia que una vez se lleve a cabo el trasplante les podrán decir de qué ciudad es esta persona. Una figura que estará siempre presente en la vida del pequeño Herrero, que está a cuatro meses de ganar el pulso a la leucemia por segunda vez en sus ocho años.
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