Una mujer pasa por una mala racha económica y se ve obligada a seguir esta nueva moda para salir adelante

Hay una nueva tendencia en España que consiste en alquilar piscinas privadas por horas. Este fenómeno es conocido como ‘co-swimming: el dueño ofrece su piscina, muchas veces con los propietarios en casa, para que otros usuarios la usen por un tiempo determinado.

Según los datos registrados en Cocopool, una web donde la gente puede anunciar su piscina, el año pasado hubo más de 20 mil bañistas en nuestro país que, por un módico precio, pudieron disfrutar de un chapuzón en una piscina ajena. 

Un nuevo modelo de ocio: ‘co-swimming’

Leticia Maseo, una de las propietarias que alquila su piscina, presenta esta alternativa desde dos puntos de vista. Por un lado, destaca la parte más positiva de este movimiento, lo que “revela algo muy sano, que son las ganas de celebrar, de echar la tarde en una piscina”, comienza explicando. 

Sin embargo, pone el foco en el lado menos positivo, ya que “cada vez menos españoles pueden permitirse unas vacaciones en la playa” debido a la progresiva degeneración del verano. Además, se pregunta: “¿Cuánto de delicada debe ser tu situación económica para que tengas que alquilar tu piscina?”, sugiriendo que, detrás de esta decisión, no siempre está el deseo de ganar un dinero extra, sino también “una necesidad económica”.

La desconfianza del principio que se termina convirtiendo en seguridad

La protagonista explica cómo surgió el comienzo de este negocio: “Vi un anuncio de Cocopool”. Confiesa que al principio “era una locura”, pero su necesidad económica le condujo a probarlo porque “hay situaciones que te obligan a sacar el cuello e intentar sacar dinero por donde sea». A raíz de esto, afirma que la experiencia ha sido muy buena, “especialmente en julio”, aunque ahora en agosto se ha parado.

Hay unos parámetros que se pueden analizar para tener tanto privacidad como seguridad. Leticia explica que la plataforma tiene implementado una serie de medidas para mitigar los riesgos más preocupantes: “Previamente a que vengan a tu piscina, hablas con ellos por teléfono”. A raíz de lo que deseen, “tú eres la que decide a última hora si quieres que vengan o no”, añadiendo que el propietario es el que toma la decisión final.

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Personas bañándose en una piscina en Ibiza

Además, la web facilita un contrato previo “donde tú pones tus condiciones”. Esto incluye aspectos como los horarios, el número máximo de personas y la correcta utilización de los servicios, además de decidir “si se puede o no beber, animales sí o animales no”. También exime al propietario de cualquier percance, ya sea “una torcedura o una caída”, gracias al seguro de responsabilidad civil.

Leticia concluye con el precio del alquiler: “El horario mínimo son cuatro horas”, y aclara que el precio que tiene fijado “es de 20 euros por horas para un grupo de hasta ocho personas”, ejemplifica la propietaria. Esta nueva moda ofrece una solución de ocio privada para aquellos que no pueden permitirse unas vacaciones cerca del mar.

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