«Un acuerdo nefasto». Así de tajante se muestra Pedro Barato, presidente nacional del sindicato agrario Asaja y vicepresidente de la organización europea Copa, tras conocerse el contenido del acuerdo firmado por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU) que grava con un 15 % la exportación de productos agrícolas españoles pero permite importar desde el país norteamericano los mismos productos sin coste adicional.
Barato entiende que esta «falta de reciprocidad» perjudica aún más a un sector en «crisis permanente» por cuestiones como «los precios o el incremento de los costes de producción».
«La UE ha dejado abandonado al campo una vez más. Productos como el vino, el aceite o el queso que vendamos allí tendrán ese coste adicional del 15 %, pero ellos podrán traer aquí los productos que les dé la gana y como les dé la gana«, lamenta.
De todos los sectores que pueden verse afectados por este desequilibrio, el líder sindical pone el foco en los frutos secos. «Con el desarrollo que España está teniendo en producción de almendra, pistacho o nuez, la entrada en juego de California puede ser muy perjudicial«, señala, al tiempo que en el caso concreto de la almendra señala que «ahora mismo tiene un precio razonable pero su futuro puede ser muy complicado».
Esta cesión a la administración Trump es para Barato una señal más de que «desde hace varios años a Europa le importa un pepino el campo» como demuestran otras decisiones en torno a «restricciones medioambientales, ecorregímenes, acuerdo con Mercosur y la negociación de la PAC 2028-2034».
Pedro Barato, presidente de Asaja, durante su intervención en el Foro Económico Español organizado por EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM el pasado mes de marzo.
«Al final, cualquier situación geopolítica como esta o la guerra de Gaza significa más leña al mono contra el campo. Al final van a acabar con la soberanía alimentaria en Europa«, advierte.
Desde la UE, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha explicado que más allá de este acuerdo global que por el momento frena una guerra comercial abierta, «las puertas no están cerradas» a que algunos productos agrícolas europeos puedan quedar exentos de aranceles dado que las negociaciones continúan abiertas.
En este sentido, Barato no es tan optimista y reconoce su «miedo personal a que Trump pueda poner más trabas» en forma de «aranceles particulares» a ciertos productos viendo «lo poco que pintamos para este señor».
Vino
Uno de los sectores más perjudicados por esta imposición arancelaria es el vitivinícola. Desde la Cooperativa ‘Virgen de las Viñas’ de Tomelloso (Ciudad Real), la más grande de Europa, su presidente, Rafael Torres, reconoce que en su sector «cualquier subida de precios siempre se acusa mucho».
«No sé qué cálculos de rentabilidad habrá hecho la administración de Donald Trump, pero el que se venda menos vino europeo también repercute en que sus empresas distribuidoras facturen menos«, señala.
Rafael Torres, presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas en una imagen de archivo.
Otro de los factores que tiene en cuenta es la propia naturaleza del tipo de vino que en el caso de Virgen de las Viñas se exporta al país norteamericano: «Principalmente se trata de vino de alta gama que al tener el precio más alto también acusa más la subida pero cuyos compradores tienen un mayor poder adquisitivo e igual no lo notan tanto«.
En el caso particular del vino y las bebidas espirituosas, Trump primero amenazó con aranceles del 200 % que finalmente se han quedado en un 15 % tras esta primera negociación. De ahí que Torres se muestre más optimista que Barato confiando en que se produzca una «reducción» que permita al sector seguir creciendo en Estados Unidos.
De manera paralela, coincide con la interpretación hecha por el Gobierno de Castilla-La Mancha desde que se conocieron las intenciones de Trump de intentar abrir nuevos mercados internacionales para paliar los efectos de este cambio de fuerzas.
«Estamos en los cinco continentes intentando abrir vías en cualquier sitio del mundo para colocar nuestros vinos si finalmente la situación se pone muy difícil», zanja Torres.