Pablo Castrillo (Movistar) fue uno de los grandes protagonistas de la Vuelta 2024 con sus dos triunfos de etapa y en este 2025, aunque de manera inesperada tras su presencia en el Tour, le toca asumir una parte del liderazgo de la formación telefónica por las ausencias de Enric Mas y Nairo Quintana.
«El año pasado salió como salió como con el triunfo en dos etapas. Será difícil que vuelva a ocurrir, pero ojalá suceda y lo intentaré. Tenemos un buen equipo para intentarlo tanto yo como el resto»
Castrillo ha tratado de quitarse el peso de la responsabilidad que es consciente que recae en parte sobre él y ha asegurado que lo que va a intentar es «disfrutar al máximo».
«El año pasado salió como salió como con el triunfo en dos etapas. Será difícil que vuelva a ocurrir, pero ojalá suceda y lo intentaré. Tenemos un buen equipo para intentarlo tanto yo como el resto», comentó este viernes en su hotel en Turín en un encuentro con los medios.
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El ciclista aragonés apuntó que la ausencia de Enric Mas como líder del equipo para pelear por la clasificación general le va a conceder «más libertad para intentarlo en las fugas» y también va a haber un cambio en el rol tradicional del equipo porque, como ha dicho Eusebio Unzúe, «es un equipo para intentar las fugas y pelear por los esprines con Orluis Aular».
De su debut en el Tour, en el que firmó un top-10 en la contrarreloj de Caen, calificó la experiencia de «muy buena, bastante dura pero con mucho aprendizaje» y reconoció tener «ganas de volver otro año y volver a intentarlo».
«Hasta que no lo vives en primera persona no sabes cómo es el Tour. Hay mucha presión y mucha tensión por la gente que hay, la prensa y por eso todo es más tenso. A poco que haces algo repercute todo», comentó.
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El aspecto mental es una de las cuestiones que ha tratado de recuperar mejor por la tensión vivida en la carrera francesa. «Estás cuatro semanas a fuego y con mucho estrés y después cuesta un poco darle la vuelta».
Castrillo desveló que la presencia en el Tour se planteó «bastante al principio», pero la planificación inicial era estar en una sola grande. «Tras la baja de Enric (Mas) se decidió contar conmigo y me ofrecieron la posibilidad de estar en la Vuelta y aproveché y con ganas de volver después de lo del año pasado», indicó.
«La decisión de venir a la Vuelta fue poco a poco y al final fue el conjunto de acontecimientos para tomar esa decisión», comentó.
En su primera temporada en un equipo World Tour, afirmó que ha tenido muchos días de competición y cree que para el 2026 le permitirá dar un paso adelante. «Es un calendario bastante exigente y en las de una semana se acumula mucha fatiga».
Como aragonés una de las etapas que le llaman la atención es el final en Ampríu Cerler, pero sabe que su oportunidad deberá buscarla en etapas más quebradas, además de ponerse a prueba en la contrarreloj de Valladolid. «Es un terreno en el que he mejorado mucho gracias al equipo y al responsable de rendimiento, Iván Velasco. Me viene muy bien y es en la tercera semana con más fatiga que es donde rindo mejor», señaló.