El acoso laboral o «mobbing» consiste en el hostigamiento sistemático de un trabajador en su puesto de trabajo, que conlleva daños para la salud mental y conduce en ocasiones a la dimisión, aunque no siempre es el caso. La diferencia con un conflicto de índole laboral es que el acoso es prolongado en el tiempo, con intención de herir, mientras que lo otro tan sólo son conflictos puntuales, a pesar de que puedan generar estrés emocional. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), casi un 7% de los trabajadores españoles han sufrido «mobbing» en alguna ocasión. Muchas víctimas no se atreven a hablar de su situación porque necesitan el trabajo y temen que denunciar el acoso implique un despido. ¿Pueden echarte por presentar una denuncia contra tu empresa o empleador? Por lo general, no: la legislación española protege a los trabajadores que interponen denuncias de estas características, de modo que un despido posterior como consecuencia sería improcedente. Ahora bien, esta protección no se aplica a todos los casos.
Miguel Benito, abogado laboralista y divulgador en redes sociales bajo el alias @empleado_informado, explica en una de sus publicaciones de TikTok la otra cara de la moneda: «Inventarte una denuncia te puede salir muy caro». Si bien la ley protege una serie de derechos para los trabajadores que interponen denuncias contra su empresa o empleadores, en el caso en que se determine que el denunciante actuó con mala fe.
Los formas más comunes en que se manifiesta el acoso laboral y donde la ley sí protege a un trabajador que denuncia incluyen:
- Verbal: Insultos o comentarios despectivos
- Psicológico: Amenazas, aislamiento
- Físico: Cualquier tipo de agresión física
- Sexual: Comentarios inapropiados en el entorno laboral
- Discriminación: Por raza, sexo, orientación sexual y religión, entre otros
Denuncias falsas y sus consecuencias
«Inventarte una denuncia te puede salir muy caro», explica el abogado. La legislación española blinda al trabajador cuando realiza una denuncia, de forma que se previenen las posibles represalias que puede sufrir debido al hecho de haber denunciado y se previenen despidos como método de castigo. Pero esto cambia cuando la denuncia no cuenta con una base sólida. El juez puede considerarla una falta muy grave contra la buena fe contractual.
El abogado explica el caso de una empleada que presentó una denuncia interna contra la directora de la empresa, acusándola falsamente de haber despedido a un trabajador por su orientación sexual. Si embargo, en el juicio se demostró que la relación entre denunciante y denunciada ya era mala previamente, y que la trabajadora que interpuso la denuncia lo hizo sólo con la intención de protegerse de cara al futuro. ¿El resultado? «Despedida sin cobrar un solo euro», afirma Benito.
Ahora bien, si se demuestra que no ha habido una mala intencionalidad detrás, aunque la denuncia sea inexacta, con falta de pruebas e incongruencias, no habrá consecuencias para el denunciante. El trabajador que interpone la denuncia no perdería su protección frente al despido.
Además de las consecuencias que conlleva una denuncia falsa en la vida laboral propia y la empresa, también genera problemas más generalizados: invisibiliza a las auténticas víctimas, distorsiona la percepción de la sociedad sobre las situaciones de acoso laboral y obstaculiza el sistema judicial. Al alimentar la desconfianza de las personas respecto a los denunciantes, muchas víctimas temen denunciar su situación. Los casos reales encuentran más dificultades para llegar a juicio y son eclipsados por las denuncias falsas, aunque las falsas representen un porcentaje ínfimo.
¿Y si yo soy la víctima de una denuncia falsa?
La clave es actuar con calma, recopilar pruebas que demuestren nuestra inocencia y contactar con un abogado laboralista que pueda orientarnos durante el proceso. También es fundamental evitar cualquier confrontación directa con el denunciante, ya que eso puede jugar en nuestra contra una vez se inicien los procedimientos legales.
En caso de que un juez falle a nuestro favor, el siguiente paso es tomar medidas legales contra la persona que ha interpuesto la denuncia para proteger la reputación propia y percibir una compensación por los posibles daños ocasionados.
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