Gran Canaria es una isla que se descubre por capas: barrancos que desembocan en el Atlántico, llanuras de lava pulidas por la marea y acantilados donde el viento esculpe la roca a su antojo.
En la costa norte, el diálogo entre volcán y océano deja un mosaico de charcos y piscinas naturales que cambian con las mareas.
Entre esos rincones, hay uno que se ha ganado a pulso un lugar en la agenda de quienes buscan postales diferentes, un capricho geomorfológico que solo se entiende cuando el mar se retira y el sol cae en el ángulo justo.
Un corazón en Gáldar
En la abrupta costa de Gáldar existe un charco natural que, visto desde el borde rocoso en bajamar, dibuja con sorprendente claridad la silueta de un corazón.
Es un creación perfilada por el Atlántico sobre coladas de lava, en un tramo de litoral cercano al Faro de Sardina del Norte. No es una zona de baño señalizada ni “oficial”, pero se ha popularizado en redes por su forma fotogénica y por el paisaje volcánico que lo rodea.
El charco se localiza en la costa norte, en el entorno de Sardina del Norte. No cuenta con señalización turística ni servicios, su “descubrimiento” reciente es básicamente social.
Para apreciarlo con su forma completa conviene ir con marea baja y mar calmado.
Charca del corazón / Wikiloc
¿Cómo se formó?
La explicación es geológica y muy canaria: las rocas volcánicas del litoral se fracturan y erosionan por oleaje y mareas, creando depresiones que se llenan de agua del mar.
Cuando el contorno de esa depresión resulta simétrico, la línea recuerda a un corazón.
Es un azar geomorfológico parecido al de otras formaciones “románticas” del mundo: desde el Heart Reef (el arrecife con forma de corazón de la Gran Barrera de Coral de Australia) hasta otros charcos naturales con esa silueta en Hawái o la Charca del Corazón de Bayahíbe de República Dominicana.
Seguridad y acceso
La costa norte de Gran Canaria es hermosa, pero a menudo brava, con mar de fondo y resaca. Fuera de las piscinas señalizadas hay que extremar precauciones y consultar las mareas.
El Ayuntamiento de Gáldar regula el uso de playas y piscinas naturales en su ordenanza y, de hecho, ha invertido en mejorar accesos y seguridad de zonas de baño consolidadas como Bocabarranco.
El charco “del Corazón”, en cambio, no es un área equipada. Prioriza siempre los puntos de baño acondicionados de la costa galdense.
Contexto: la ruta de charcos de Gáldar
Las rutas costeras entre Sardina, El Agujero y otras calas permiten descubrir un rosario de charcos y piscinas naturales, lo que explica la popularidad de estos enclaves en publicaciones y vídeos de viaje.
Si buscas un baño cómodo, elige los espacios acondicionados. Si vas a fotografiar el charco “con forma de corazón”, hazlo con bajamar y mantente siempre fuera del agua cuando el mar esté movido para disfrutar de este enclave idílico sin poner en riesgo tu seguridad.