El Principado rebajó este jueves a tres los incendios activos, entre ellos el de Degaña, donde el despliegue realizado ha frenado el incendio en la zona de Trascastro, en la primera línea de defensa del fuego en la zona limítrofe entre las comunidades de Asturias y Castilla y León, según informó el Servicio de Emergencias. En zona de cumbre, hacia la vertiente de León, el operativo que trabaja para sofocar las llamas ha aplicado fuego técnico y continúan los trabajos para asegurar perímetro.
A las 20:00 horas, Asturias registraba siete incendios forestales, tres activos –uno menos que esta mañana–, otros tres estabilizados y uno controlado. Respecto al incendio de Genestoso-Somiedo, procedente del incendio leonés de Orallo, se continuaban ayer realizando tareas de remate y perimetración por tierra con maquinaria pesada, y en la zona alta también se han registrado algunas reproducciones que han sido sofocadas por medios aéreos.
En Somiedo (Caunedo-Gúa-Perlunes), las labores se centraban en la parte posterior de la localidad de Caunedo, a cuya zona estuvo destinado todo el día el helicóptero de la Diputación Foral de Navarra, Leire II y puntualmente también actuó una de las aeronaves de Bomberos de Asturias.
Los tres incendios estabilizados se encuentran en La Uña/Arcenorio, en el municipio de Ponga, donde continúan movilizados Bomberos de Asturias y una empresa forestal realizando tareas de remate, ya que el terreno continúa con mucha temperatura aunque el perímetro está frío.
En Bezanes, en Caso, el incendio está estable aunque se registran puntos calientes y, de nuevo a lo largo de la noche, se realizarán tareas de vigilancia por parte de la agrupación de voluntarios de Protección Civil del Alto Nalón; mientras que en Cabrales, el foco de Camarmeña continúa estabilizado y en seguimiento. Además, se encuentra controlado el incendio de Vallado 2/La Pachalina, en Cangas del Narcea, en situación estable y sin humo.
El fuego amenaza el futuro del oso. / LNE
Preocupación por los osos
La Fundación Oso Pardo (FOP) sigue con mucha preocupación los incendios y ha advertido de que se han calcinado «áreas críticas» para ésta y otras especies, si bien confía en que no haya ningún plantígrado fallecido por el fuego.
Se han quemado «extensiones muy amplias de áreas de interés» para los osos, tanto de refugio e hibernación como de alimentación. «Es extenso el impacto, lo evaluaremos cuando termine esta pesadilla», explicó el presidente de la Fundación, Guillermo Palomero.
«Creemos que no habrá habido mortalidad asociada o que, en todo caso, será muy testimonial», apuntó el presidente de la FOP. En España, la población cantábrica de oso pardo se estima en unos 370 ejemplares, según el último censo elaborado en 2020 por las autonomías (Cantabria, Asturias, Castilla y León y Galicia) en las que habita la especie.