Hace sólo unas semanas, desde la Comandancia de Melilla dependiente del Ejército de Tierra, se abrió el concurso para incorporar una flota de 40 drones de la marca china DJI por un total de 200.000 euros.
El proceso de compra, abierto y público en la plataforma de contratación del Estado, acaba de ser anulado por contener algunos errores importantes desde el punto de vista burocrático. Concretamente, relacionados con el proceso y los pasos que hay que seguir para su compra.
Tal y como se recoge en la documentación aportada por el Ministerio de Defensa, órgano del que dependen todas las instituciones involucradas en el proceso, el Órgano de Contratación ha advertido un error en los documentos aportados.
De esta forma, «el documento publicado como de Aprobación del Expediente realmente es un documento de Propuesta de Gasto». También indican que la «Aprobación del Gasto en sí no está confeccionada».
Este hecho constituye una infracción no subsanable de las normas de preparación del contrato. Lo que conduce a la necesidad de redefinir los criterios de adjudicación en los pliegos, en los que se deberá incorporar información clave como el coste del ciclo de vida, además del resto de datos económicos ya aportados como el precio o el período de garantía.
Debido a todo lo anterior, el Órgano de Contratación resuelve anular todas las actuaciones realizadas hasta la fecha bajo el mismo expediente, así como desistir del procedimiento de adjudicación relacionado con el mismo.
También apuntan a que este desistimiento no impide la apertura de un nuevo procedimiento futuro una vez queden subsanados los errores detectados y se definan los nuevos criterios de valoración más ajustados a la normativa.
Referencia a drones y sistemas DJI en la documentación
El contrato, tal y como adelantó EL ESPAÑOL, se encontraba vigente en la plataforma pública desde el pasado 30 de julio, cuando se publicaron todos los datos y los requisitos que deben tener las aeronaves no tripuladas.
En la documentación aportada entonces, todavía accesible, se menciona directamente a varios modelos específicos del fabricante chino DJI. Esta compañía es una de las que está bajo la lupa de la Casa Blanca por posible espionaje.
El pasado diciembre, el Congreso del país americano acordó que una agencia de seguridad nacional designada debía realizar una evaluación de los drones fabricados en China antes del 23 de diciembre de 2025.
Entre los riesgos a los que apuntan, se incluyen aquellos relacionados con la recopilación de datos. En particular, si DJI cumple con las leyes chinas que le obligan a compartir los datos que el gobierno del país asiático exija en cada momento.
El pasado mes de julio fue, de hecho, de una importante actividad por parte de DJI en Estados Unidos. Según apunta Bloomberg, la compañía china contrató a un grupo de lobistas y ha trasladado a un ejecutivo australiano a Washington D.C. para abordar la potencial prohibición de su tecnología.
Algunos analistas apuntan a que la compañía fabricante de los drones podría correr la misma suerte que Huawei y Hikvision y ser vetada por espionaje en Estados Unidos. Una cuestión realmente compleja ya que DJI cuenta con el 70% del mercado en el país, incluyendo algunos cuerpos de seguridad y de emergencias.