La llegada de Xabi Alonso era anunciada por el madridismo como la del entrenador que iba a devolver el buen juego, la ambición y los triunfos al equipo. De momento, lo que sí ha hecho es estrenarse con un triunfo ante Osasuna en el Bernabéu. Lo del buen juego y la ambición, mejor lo dejamos para otro día.
Muchos ya han apelado al poco tiempo de preparación que ha tenido Xabi Alonso y para sorpresa de muchos, que Osasuna defendió muy bien, algo que, por lo visto, es raro cuando un equipo se enfrenta al Real Madrid en el Bernabéu.
A este Real Madrid le falta mucho fútbol y aunque en las altas esferas del club se empeñen en decir que con lo que hay, basta, al equipo le falta un centrocampista creador, lo quieran ver o no. Ante equipos cerrados y, encima sin Bellingham, le falta ese jugador que dé el último pase que desarbola la defensa rival. Eso, el Real Madrid no lo tiene por mucho que le quieran dar ese papel a Arda Güler.
Mbappé salvó al Real Madrid con su gol y demostró que es el líder el equipo. Muy por encima de un Vinicius que no remonta el vuelo. Parece más pendiente de presionar, de bajar a defender, que de regatear y eso, lo debe solucionar Vinicius, pero también Xabi Alonso.
