Verdad, justicia, reparación y memoria. Son los cuatro objetivos que lleva persiguiendo, desde el 20 de agosto de 2008, la Asociación de Afectados del vuelo JK5022 de Spanair (AVJK5022). El fatal accidente aéreo de Barajas durante el despegue hacia Gran Canaria llevaba a bordo 172 personas. De ellas, 154 perdieron la vida y 18 resultaron heridas. Apenas un año después de la tragedia Pilar Vera —tía de una de las fallecidas— tomó las riendas de la Organización. Su incansable lucha por aclarar lo que ocurrió definitivamente y corregir el sistema de la aviación civil española se ha sumado durante estos 17 años al dolor de haber perdido a un ser querido. Este año, después de un gran esfuerzo, se conmemora por primera vez —un simbólico 20 de agosto— el Día Nacional de las Víctimas de Accidentes Aéreos.
«El Día Nacional nos obliga a todos —familias y ciudadanos— a no olvidar lo sucedido para evitar que ocurra de nuevo una tragedia que pudo haberse evitado«, señala Pilar Vera. La representante de los afectados considera que ha sido un «periodo largo de petición» al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Al mismo tiempo, celebra que, por fin, exista un día señalado en el calendario que simboliza y refuerza una lucha que no cesa: la defensa de los derechos, la dignidad y la memoria de las víctimas de los accidentes aéreos.
«Cada segundo, cada mes, cada año, de estos 17 que han pasado, tenemos un hueco en nuestro corazón por la persona que falta en nuestros hogares», insiste Vera. Hace un año que las víctimas decidieron tomar esta fecha como una jornada para rememorar a quienes ya no están desde la intimidad y no con actividades públicas. La capital grancanaria solía albergar actos que este año se limitarán a ofrendas florales en recuerdo de quienes perdieron la vida en una de las tragedias aéreas más graves en España. El Monumento El Cubo, situado en la zona de la Puntilla de la Playa de Las Canteras, y la Plaza de La Memoria son las dos ubicaciones de reunión en esta fecha.
Donde sí que tendrá lugar un acto público es en Madrid. La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 anunció para el primer Día Nacional de las Víctimas de Accidentes Aéreos la organización de una serie de actividades en la capital nacional. Los actos de carácter «institucional y simbólico» pretenden «honrar a todas las víctimas de accidentes aéreos en España y a sus familias». La reunión tendrá lugar en los jardines de la Terminal 2 de Salidas de Barajas. Allí se dedicarán unas palabras los representantes de las tragedias aéreas de Monte Oiz (1985), Mali (2014), Alpes franceses (2015) y Spanair y se celebrará también una ofrenda floral. De este modo se da cumplimiento a la recomendación emitida por la Comisión de Investigación relativa al accidente del vuelo JK5022 de Spanair, al tiempo que se da respuesta a la solicitud que la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 viene requiriendo en los últimos años.
Conmemoración de las Víctimas de Aviación
Además de fijar el día 20 de agosto como Día Nacional para la Conmemoración de las Víctimas de Accidentes de Aviación y de sus Familias, el acuerdo determina que el Gobierno promoverá, en las instancias apropiadas del ámbito público y privado, las diversas actividades que hayan de dar contenido a la celebración de este día.
El accidente del vuelo JK5022 de Spanair —empresa que quebró en 2012— ha pasado por un largo proceso judicial y de investigaciones técnicas hasta desmontar teorías iniciales que culpaban, casi en exclusiva, a los pilotos de un accidente que tuvo lugar por una cadena de errores. Así, las responsabilidades de lo sucedido se reparten en cada uno de sus eslabones. El Dictamen de la Comisión fue debatido y aprobado el 22 de abril de 2021. El papel concluyó que el accidente fue consecuencia de una cadena de fallos sistemáticos. Lo cierto es que la compañía aérea atravesaba dificultades económicas que «comprometían su seguridad operacional». Además, la empresa recibió una prórroga automática del Certificado de Aeronavegabilidad, lo que permitió que el aparato siguiera volando sin una revisión real. Entre otras causas un fallo técnico vinculado al relé R2-5 y la presión laboral sobre los pilotos contribuyeron a que despegaran sin configurar los ‘flaps’ y ‘slats’, mientras que la alarma TOWS —que debía alertar del error— no funcionó. En conjunto, se quebraron todas las barreras de seguridad, lo que demuestra responsabilidades políticas y técnicas en distintos niveles de control y supervisión.
Seguridad
Los cambios en la seguridad aérea que se han logrado a raíz del accidente de Barajas van más allá del país. En 2010, el Parlamento Europeo aprobó la obligación de las aerolíneas de facilitar la lista de pasajeros en un máximo de dos horas en caso de siniestro, a petición de España, y la obligatoriedad de un plan de asistencia. La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 de Spanair trasladó esta demanda a Europa, porque tras el accidente tuvieron que esperar 30 angustiosas horas hasta conocer si sus seres queridos se encontraban entre las victimas del vuelo siniestrado. La norma no se aplicó en España hasta agosto de 2013.
Más recientemente, y coincidiendo con el 15º aniversario del accidente, se creó la Fundación de Seguridad Aérea en 2023. Una entidad sin ánimo de lucro cuyo propósito esencial es impulsar una cultura preventiva en materia de seguridad aérea.
Suscríbete para seguir leyendo