La oftalmóloga pediátrica del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona) Silvia Alarcón alerta en EL PERIÓDICO sobre los riesgos del abuso de pantallas y sobre la necesidad de hacer un ‘photoscreening’ a los dos años para detectar cuanto antes los problemas de visión en los más pequeños.
¿Aumenta la miopía en general?
Sí. La incidencia es actualmente de un 25% y se cree que en 2050 será del 50%. O sea que en 25 años aumentará el doble. Y son cifras similares tanto en niños como en adultos, porque hablan de la población mundial.
¿A qué se debe?
Está aumentando un montón y se cree que es debido al uso excesivo de pantallas —tablets, móviles, ordenadores— en los niños. La miopía suele aparecer a partir de la adolescencia.
¿Cuál es el riesgo de que aumente tanto?
Además del uso del gafas, la miopía se puede asociar a otras enfermedades oculares. Las más típicas son el glaucoma: los pacientes miopes tienen más predisposición a tener un glaucoma primario de ángulo abierto. Y también más predisposición a tener desprendimientos de retina.
Lo más frecuente en la población pediátrica son los problemas de gafas, ya sea una hipermetropía o una miopía
¿También están aumentando todas estas patologías?
No, pero si aumenta la miopía habrá más pacientes con estas patologías. Y se cree que es por usar las pantallas muchas horas al día?
¿Qué es lo que más ve usted en la consulta?
Lo más frecuente en la población pediátrica son los problemas de gafas, ya sea una hipermetropía o una miopía. Cuando yo empecé, hace 15 o 20 años, era muy raro ver un niño miope y ahora los vemos. Empiezan con pocas dioptrías, pero es algo progresivo. Y empiezan de pequeñitos, a lo mejor a los 6 u 8 años ya tienen miopía. La miopía, de media, suele aumentar entre media dioptría y 0,75 al año.
Usted también ve patología traumática.
Sí. Nos llega mucha urgencia desde fuera de nuestra área de referencia, normlamente de todo el norte de Catalunya. Las más frecuencias son las heridas en la córnea, que habitualmente es una patología leve. Pero también tenemos, por ejemplo, perforaciones oculares. Por ejemplo, niños que se hacen daño en el ojo al darse con la cremallera del jersey. O a quienes le salta un petardo en Sant Joan. O se caen de la bici.
La mayoría de accidentes en los niños ocurren en el patio del colegio. O en el parque, en exteriores. No especialmente en verano
¿Se ven más patologías traumáticas en verano?
No especialmente. La mayoría de accidentes en los niños ocurren en el patio del colegio. O en el parque, en exteriores.
¿Qué más llega a su consulta?
Tumores normalmente intraoculares. Es el tumor más frecuente en el ojo en los niños. El retinoblastoma, por suerte es poco frecuente.
¿Cómo se detecta?
Teóricamente el pediatra, desde que el niño nace, tiene que ir mirando el reflejo del fondo de ojo, que habitualmente en la raza caucásica es como anaranjado y debe ser en los dos ojos igual. En razas más pigmentadas es más grisáceo. Pero tiene que ser simétrico. Si hay alguna asimetría entre el color de los dos ojos o bien este color del reflejo del fondo de ojos es blanquecino sí que es un signo de alarma.
El ‘photoscreening’, que se hace a los dos años, consiste en una especie de foto para ver la graduación y saber si ese niño puede tener un problema de gafas. Es un cribado que solo se hace en Catalunya
¿Qué es lo que más preocupa a usted como oftalmóloga?
Lo sobresaturada que está la sanidad pública. La accesibilidad al especialista es complicado, pero en principio el paciente puede acceder relativamente fácil a su pediatra y ese pediatra es el que hace el triaje inicial.
¿Los programas de prevención para qué patologías están dirigidas?
Para cualquier patología del ojo. De hecho, los bebés hacen el primer control al mes de vida con su pediatra y siguen haciéndoselos generalmente coincidiendo con las vacunas. El pediatra mira que el segmento anterior del ojo sea transparente, esté bien formado, que no haya ninguna opacidad, que el reflejo del fondo de ojo sea de color normal, que no haya un estrabismo, una desviación de los ojos.
¿Qué más se hace en Catalunya?
La novedad más importante que se aplica desde enero, dentro del procolo ‘Créixer amb salut’, es un ‘photoscreening’ que se le hace al niño a los dos años, que consiste en una especie de foto para ver la graduación y saber si ese niño puede tener un problema de gafas. Por ejemplo, para detectar a niños que necesitan gafas o que tienen el ojo vago, que afecta al 5% de menores. Antes los niños acudían al oftalmólogo un poco tarde, a los cinco años por ejemplo. Ahora a los dos añitos se les hace esta foto y así llegan mucho antes, con lo cual los puedes tratar antes. Esto no se hace en más comunidades de España. El Institut Català de la Salut (ICS) está abasteciendo a todos los centros de salud con reflectómetros, que son las máquinas que hacen estas pruebas.
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