El 43 % del agua que sale del grifo en 35 municipios del sur y centro de la provincia, entre ellos Alicante, Elche, Torrevieja y Orihuela, es ya desalada, según los datos del actual año hidrológico ofrecidos por la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT), mientras que la aportación del agua del trasvase se ha visto relegada al 36 % del total.
La aportación de recursos hídricos propios de la cuenca del Segura apenas sobrepasa el 20 % del total, aunque también siguen siendo muy relevantes, teniendo en cuenta el déficit hídrico estructural de la demarcación, que tampoco se ha recuperado ni durante este año hidrológico histórico en precipitaciones en el resto del país y que ha desbordado el resto de cuencas hidrográficas.
Entre los 80 municipios abastecidos por la Mancomunidad se encuentran esos 35 la provincia de Alicante con sus principales municipios del centro y sur del territorio alicantino, como la propia ciudad de Alicante, Elche, Torrevieja, Orihuela, San Vicente del Raspeig, Santa Pola, Crevillent, Almoradí, Guardamar del Segura, Pilar de la Horadada, Rojales o Callosa de Segura.
A ellos se unen el resto de poblaciones de la Vega Baja -más de una veintena- y dos del Medio Vinalopó: Aspe y Hondón de las Nieves. En total más de un millón de habitantes.
Desaladora de Agua Amarga en Alicante / ALEX DOMINGUEZ
Año hidrológico
Entre octubre de 2024, arranque del año hidrológico, hasta junio de este año esos 80 municipios, entre los que se encuentran todos los de la Región de Murcia y algunos de Almería y Albacete, además de los alicantinos, han demandado 169 hectómetros de agua «de boca». Un 3,5 % más que en el mismo periodo del año anterior.
Hace una década, según los datos de la Mancomunidad, la proporción se mantenía en algo más del 40 para el caso del agua procedente del trasvase del Tajo, el 30 % para la desalada y el 25 % para los recursos propios de la cuenca del Segura, a través del Taibilla, afluente albaceteño del Segura.
Esa igualdad entre los recursos hídricos del trasvase y desalación se ha roto poco a poco en los últimos años. Así, todavía en el balance de 2021 situaba la proporción a la inversa a la actual: el 44,7% del agua procedió del trasvase Tajo-Segura, el 32,1% de la desalación de agua del mar y el 23,2% del río Taibilla.
Desaladoras en Murcia y Alicante
El cambio de tendencia se ha producido con la construcción de desaladoras desde principios de los años 2000 que opera la MCT, pero también con la aportación que realiza la empresa estatal Acuamed, que incorpora el 13 % del agua desalada que abastece la entidad dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).
La Mancomunidad cuenta con desaladoras en Alicante (Agua Amarga), San Pedro del Pinatar, Valdelentisco y Águilas. Todas están interconectadas con enormes colectores subterráneos, potabilizadoras y zonas de almacén especial.
Lo que quiere decir que cuando se abre el grifo en Alicante o Almoradí la parte del agua desalada que corre no tiene por qué haberse generado en la provincia de Alicante.
Esa interconexión con la red no se da solo con las desaladoras, también con los recursos procedentes del trasvase y la cuenca del Segura con el río Taibilla.
Es muy difícil que en el agua del grifo de las poblaciones que forman parte de la MCT mantenga una sola una procedencia. Normalmente en un vaso habrá un combinado de las tres fuentes.
Tarifa congelada
Producir un metro cúbico de agua desalada cuesta en torno a un euro en función de los precios de la energía. Sin embargo, la Mancomunidad de Canales del Taibillamantiene la tarifa a la que sirve el agua a los municipios a un precio de 0,69 euros desde 2015, al margen del origen del agua que suministre. Y asegura que no lo modificará, al menos, hasta 2027, pese a que claramente, para el caso del agua desalada, está produciendo a pérdidas.
Cualquier variación del precio del agua en esos municipios dependerá de sus empresas concesionarias y no de la MCT, que es al organismo al que suelen achacar los aumentos los municipios cuando justifican esa decisión.
Para reequilibrar esos costes la Mancomunidad está planificando la construcción de plantas solares en sus desaladoras más importantes. Aproximadamente el 60 % del total del precio de un metro cúbico desalado de agua del mar corresponde a la factura eléctrica.
El de la energía necesaria para llevar a cabo el proceso de ósmosis inversa con membranas por el que se consigue filtrar el agua a nivel molecular. Es el caso de la que está a punto de comenzar a construirse en la desaladora de Agua Amarga, en el acceso sur a Alicante sobre casi cuatro hectáreas, en torno a la propia desaladora en el cruce de la N-332 con Urbanova.
También recibe agua desalada de auxilio veraniego la Marina Baixa y Benidorm, que no forman parte de la MCT, a través de la desaladora de Mutxamel, aunque en mucha menor proporción y a través de un acuerdo extraordinario con Acuamed, la empresa estatal que gestiona esa planta.
El abastecimiento de agua potable del territorio de la provincia de Alicante que no está adherido a la MCT depende casi en exclusiva para contar con agua potable de la explotación de masas de aguas subterráneas con pozos y lo que reservan los embalses de Amadorio, Beniarrés y Guadalest. Es así en el Medio Vinalopó con Elda, Petrer o Novelda, ciudades abastecidas por pozos sobreexplotados, el Alto Vinalopó, la Marina Baixa, Alcoy, la Foia, El Comtat y la Marina Alta. En esta última comarca funcionan pequeños desaladoras para abastecer zonas del litoral.
La MCT rescata el proyecto del segundo depósito de almacenamiento de Vistabella
La Mancomunidad de Canales del Taibilla ha rescatado el proyecto de construcción de un segundo depósito de almacenamiento de agua de Vistabella, en Jacarilla. El proyecto nació en 2020 y ha estado paralizado desde entonces. Se trata de un depósito semienterrado situado junto al actual y de idéntica capacidad, ubicado en altura en la sierra de Benejúzar para aprovechar el envío de agua por gravedad. La MCT pretende financiarlo con fondos Feder de la Unión Europea.
La idea que la entidad de gestión del agua potable cuente con un respaldo para picos de demanda o averías a la hora de almacenar el agua desalada de Torrevieja y de otras desaladoras como la de San Pedro, aunque en estos momentos casi el 100 % de la desalación de la planta torrevejense, 83 hectómetros cúbicos anuales, se destina al riego de la agricultura intensiva de comunidade del trasvase Tajo-Segura.
Además la MCT aprobó a finales de julio una inversión de 9.017.431,54 euros (IVA incluido) para la obra de rehabilitación de los decantadores de la ETAP de La Pedrera, la más importante de su red porque garantiza el suministro a toda la Vega Baja y parte de la ciudad de Murcia. La actuación, con un plazo de ejecución de 30 meses, tiene como objetivo restituir la capacidad de tratamiento de agua de la planta, puesta en servicio en el año 1980.
Los trabajos se centrarán en la rehabilitación del correcto funcionamiento estructural y estanqueidad de los decantadores.
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