Los centros educativos preguntarán a las familias al inicio del curso en qué lengua quieren que se comunique el equipo directivo y los profesores con ellas a través de las circulares o en las reuniones. Así lo recoge el Plan de Uso de las Lenguas con el que la Conselleria de Educación sustituye los planes de Normalización Lingüística (PNL) que implicaba que colegios e institutos fomentaran el uso del valenciano en la actividad académica, administrativa y social del centro, cumpliendo con la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano.
La nueva medida es consecuencia de la Ley de Libertad Educativa del Consell y se pondrá en marcha en un curso de importantes cambios, ya que los centros han tenido que reorganizar las aulas en función de la lengua base que votaron (la mayoría de) los padres y madres para que sus hijos estudien a partir de septiembre.
Esta otra «consulta», que podrán poner en marcha los colegios e institutos para regular el uso de las lenguas cooficiales con un nuevo plan, ha vuelto a generar opiniones encontradas en la comunidad educativa.
División de opiniones
Por un lado, un sector del profesorado y de los equipos directivos critican esta obligación por la excesiva carga burocrática con la que están lidiando los centros tras el inédito plebiscito impulsado por la Generalitat, y por otro, porque consideran que «preguntar a las familias sobre qué lengua de comunicación quieren va en contra del valenciano«, afirma el coordinador del sindicato Stepv, Marc Candela, quien añade que se trata de «un nuevo ejemplo de aplicación de la falsa premisa de que el valenciano y el castellano están en igualdad de condiciones».
Preguntar a las familias sobre qué lengua de comunicación quieren va en contra del valenciano
Por otro lado, desde la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres (Ampas) de la Comunidad Valenciana y la Federación Gabriel Miró, su portavoz, Sonia Terrero, advierten de que la obligación de que las comunicaciones estén en valenciano y castellano «no solamente está en la nueva Ley de Libertad Educativa, es que ya estaba en la ley del Uso y Enseñanza del Valencià. Ya teníamos ese derecho adquirido, pero que los centros educativos, la gran mayoría, se lo saltaba e incumplía con todo esto».
Es más, Terrero precisa que la obligatoriedad de los centros educativos es que salgan las dos lenguas y que «no tenemos ni por qué elegir. Directamente, todas las circulares que salen de comunicación a las familias deben de ir en las dos lenguas, tanto en valenciano como en castellano». En esta línea, este colectivo de familias sostiene que las comunicaciones en las dos lenguas cooficiales es primero «más resolutivo» y segundo, «un derecho que tenemos por ley«. De ahí que consideran que «no se tiene ni que preguntar, directamente, se tiene que enviar la documentación a las familias en las dos lenguas».
No tenemos ni por qué elegir, las familias tenemos que tener la información en las dos lenguas
Familias de Alicante a la espera de votar en la consulta de la lengua celebrada en febrero / PILAR CORTES
La orden autonómica
El nuevo plan de uso y gestión de las lengua establece que «a la hora de cumplimentar los modelos oficiales, cuyo formato deberá estar disponible en formato bilingüe, el centro deberá tener en cuenta que el alumnado y sus representantes legales deben tener la información a su alcance en la lengua oficial de su elección«.
Con esta premisa, Educación ha planteado a los centros que al inicio de curso o al formalizar la matrícula, soliciten por escrito a las familias en qué lengua oficial quieren recibir la información o solicitar a las familias en la primera reunión presencial de cada curso en qué lengua oficial quieren recibir la información.
El departamento de Rovira precisa que hay que diferenciar entre las comunicaciones generales y las individuales con una familia. En este último caso, esgrime que se deberá prever el derecho del alumnado y de las familias a dirigirse y comunicarse con el centro docente en la lengua cooficial en que deseen hacerlo.

Madres consultando el resultado de las votaciones de la lengua base en un centro educativo / PILAR CORTES
En cuanto a los impresos, formularios y documentos dirigidos para el alumnado y las familias, en general, Educación establece que deberán elaborarse en formato bilingüe, valenciano y castellano, o bien disponer de modelos en ambas lenguas oficiales.
Según el nuevo plan, el formato bilingüe también se extenderá a las comunicaciones que dirija el centro a las familias y a los documentos internos del centro que deban ser enviados a los representantes de las familias en los consejos escolares, o a las asociaciones de madres y padres y de alumnado.
Estos planes de uso de las lenguas en el ámbito no curricular tendrán que ser aprobados en los consejos escolares en los centros públicos, y los titulares en los centros privados, y formarán parte del proyecto educativo del centro.
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