Una segunda picadura de medusa en un mismo verano te puede enviar al hospital

El pasado domingo 10 de agosto, las playas de Blanes (La Selva) izaron la bandera amarilla para advertir a los bañistas de la presencia de Rhizostoma pulmo, conocida como medusa acalefo azul. Se trata de una especie de color blanquecino con tonos azulados y tentáculos cortos y es la más grande del Mediterráneo. De entre 60 y 90 centímetros de diámetro, tiene el cuerpo translúcido y gelatinoso, con los lóbulos en la umbrela de color azul oscuro o lila.

Uno de sus rasgos más problemáticos es que libera un “moco cargado de células urticantes” capaz de provocar reacciones en la piel incluso sin contacto directo con el animal, ya que las corrientes pueden arrastrar esa sustancia hasta las personas.

Para evitar zonas en las que haya medusas, lo mejor es utilizar la aplicación MedusaApp, creada por un equipo de investigadores e informáticos españoles,  que se ha extendido como una herramienta para que bañistas, navegantes y pescadores registren avistamientos de medusas en las costas españolas. Además, tiene incorporado un sistema de Inteligencia Artificial capaz de identificar la especie a partir de las fotografías enviadas por los usuarios.

Riesgo de una segunda picadura

En relación a la aparición de medusas en playas como la de Blanes, el investigador del Instituto de Ciencias del Mar, Josep Maria Gili, fue preguntado por las picaduras y explicó en el programa El món a RAC1 algo curioso. Y es que el experto reveló que recibir dos picaduras de medusa en un mismo verano puede ser peligroso. “La primera picadura depende mucho de la persona, de la cantidad y del lugar donde pica, pero la segunda puede ser muy problemática. Conozco casos de una segunda picadura en un mismo verano que han acabado en el hospital”, señaló.

El experto advirtió que una segunda exposición al veneno de la medusa puede desencadenar un choque anafiláctico, “con una reacción del cuerpo más intensa, como irritaciones muy fuertes, arritmias e infecciones”.

Francesco Crippa Medusa acquario di Genova

Qué hacer en caso de picadura y cómo prevenirlo

En caso de sufrir una picadura, Gili aconseja avisar de inmediato al socorrista, ya que muchas se pueden tratar en la propia playa. Si no es posible, recomienda evitar el uso de vinagre, amoníaco, alcohol o agua dulce. En su lugar, lo más adecuado es aplicar agua de mar y frío local mediante una bolsa de plástico con hielo para desactivar el veneno y evitar que se extienda.

Después, se puede aplicar una crema durante uno o dos días y mantener la zona afectada alejada del sol durante varios días.

El investigador recordó que la forma más eficaz de prevenir picaduras es no bañarse si los socorristas han detectado medusas. También señaló que el uso abundante de crema solar “puede actuar como una película” protectora que reduzca la reacción si se entra en contacto con la medusa o con su moco urticante.



Fuente