El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sorprender a sus socios internacionales con un gesto que no ha pasado desapercibido en Washington. Según informa la CNN, el mandatario decidió interrumpir este lunes una reunión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y varios líderes europeos en la Casa Blanca para llamar de manera directa a Vladímir Putin.
La escena se produjo en la East Room de la residencia presidencial, donde se celebraba el encuentro. De acuerdo con un alto funcionario europeo, Trump frenó las negociaciones y abandonó momentáneamente la mesa para establecer comunicación con el presidente ruso. Los asistentes europeos, según la misma fuente, no fueron invitados a presenciar la conversación telefónica.
El gesto del presidente estadounidense se ha interpretado como un movimiento estratégico que altera el curso de unas conversaciones delicadas. La cita, que había reunido a representantes de Europa y de Ucrania, tenía como objetivo consolidar una postura común sobre la guerra y el futuro de las relaciones con Rusia. Sin embargo, el hecho de que Trump decidiera dar prioridad a un contacto directo con Putin ha generado incertidumbre entre sus socios.
Un gesto cargado de simbolismo
Más sobre la reunión por la paz
El primer medio en adelantar la noticia fue el diario alemán Bild, que informó de que las conversaciones con los europeos y con Zelenski continuarían una vez que Trump concluyera la llamada con el Kremlin. Aunque desde la Casa Blanca no se han revelado los detalles de lo hablado, el simple hecho de que el mandatario haya interrumpido un encuentro de alto nivel para informar a Putin lo debatido supone un mensaje político con múltiples lecturas.
Para algunos diplomáticos, se trata de una muestra de que la relación entre Washington y Moscú sigue marcando la agenda internacional, incluso por encima de los intereses inmediatos de los aliados europeos. Otros ven en el gesto un intento de Trump de mostrarse como interlocutor privilegiado capaz de comunicar directamente con el presidente ruso, sin necesidad de intermediarios ni testigos.
La reunión en la que se encontraban Zelenski y los líderes europeos tenía como telón de fondo la guerra en Ucrania, un conflicto que mantiene a la comunidad internacional en tensión constante. La ausencia de transparencia sobre lo tratado en esa conversación privada con Putin alimenta las dudas sobre si Estados Unidos actúa como garante de los intereses occidentales o como mediador con agenda propia.
Expectación tras la llamada
Tras la llamada, las conversaciones se retomaron en la Casa Blanca, aunque no ha trascendido si la postura de Trump sufrió alguna variación tras hablar con Putin. La expectación en torno a este movimiento crece, y la prensa internacional ha recogido con especial atención el hecho de que fueran los europeos quienes confirmaran que no tuvieron acceso al contenido de la llamada.
En un contexto de guerra y de fragilidad diplomática, cada gesto cuenta. Y el de Trump, al detener un encuentro multilateral para priorizar la voz de Putin, vuelve a situar al presidente estadounidense en el centro de la polémica internacional. Los próximos días serán clave para comprobar si este gesto se traduce en cambios sustanciales en la estrategia occidental frente a Rusia o si queda como un episodio más en la ya agitada política exterior de Washington.