la incertidumbre con el ajuste de ciertas etapas

La Vuelta Ciclista a España se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia por los devastadores incendios forestales que azotan el noroeste del país y las demandas ambientales que cuestionan el impacto de la competición en espacios naturales protegidos.

La carrera, que comenzó el 23 de agosto en Turín, deberá navegar entre las llamas que han arrasado más de 344.417 hectáreas a nivel nacional y las protestas ecologistas que reclaman cambios significativos en el recorrido.

El fuego ha devastado especialmente las comunidades autónomas de Galicia, Castilla y León, Extremadura y Asturias, precisamente las regiones por donde transcurren las etapas 14, 15, 16 y 17 de La Vuelta.

Con 38 incendios activos distribuidos principalmente en estas zonas, la organización de la carrera se encuentra bajo una gran presión para garantizar la seguridad de corredores, equipos técnicos y espectadores.

La situación es particularmente crítica en Ourense, donde 14 incendios mantienen activas más de 58.000 hectáreas calcinadas, mientras que en León y Zamora los fuegos han obligado al desalojo de miles de personas.

El posible ajuste de etapas

Ante este escenario, la organización de La Vuelta se ve obligada a considerar modificaciones sustanciales en las etapas que atraviesan las zonas en llamas.

La 17ª etapa, que tiene previsto finalizar en el Alto del Morredero y pasar por el entorno de Las Médulas, se encuentra en el centro de las preocupaciones, dado que esta zona emblemática del Bierzo leonés está siendo afectada directamente por los incendios.

Vehículos circulan por una carretera gallega con un fuego activo durante la ola de incendios.


Vehículos circulan por una carretera gallega con un fuego activo durante la ola de incendios.

Europa Press

Los organizadores trabajan en estrecha coordinación con las autoridades locales y los servicios de emergencia para evaluar constantemente la evolución de los fuegos y tomar decisiones sobre posibles cambios de recorrido, cancelaciones parciales o reubicación de metas de etapa.

La prioridad absoluta es garantizar la seguridad, lo que podría implicar el traslado de llegadas a localidades más alejadas de los focos de incendio o incluso la suspensión temporal de etapas hasta que las condiciones mejoren.

Paralelamente a la crisis de los incendios, la Vuelta enfrenta otro desafío significativo: la fuerte oposición de Ecologistas en Acción Sierras de la Comunidad de Madrid a la etapa 20, programada para el 13 de septiembre.

Esta etapa, que debe partir desde Robledo de Chavela y recorrer 159 kilómetros hasta finalizar en el Alto de Guarramillas (La Bola del Mundo) en la Sierra de Guadarrama, ha despertado una intensa polémica ambiental.

El clamor de los ecologistas

La organización ecologista ha presentado escritos formales al Organismo Autónomo de Parques Nacionales, al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y a la Comunidad de Madrid, solicitando la suspensión inmediata de los últimos tres kilómetros de la etapa.

Su demanda se centra en evitar el ascenso final hasta la cumbre del Alto de Guarramillas, situada a 2.265 metros de altitud, argumentando que se trata de un «ecosistema de alta montaña frágil y cada vez más vulnerable por la crisis climática».

La confluencia de la crisis de incendios forestales y las demandas ambientales plantea un panorama complejo para la Vuelta a España 2025.

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