En una habitación de hotel, Hattuc y Esme han decidido decirle a Kazim todo lo que piensan de él y recordarle todo el daño que ha hecho.
Hattuc le ha dicho que siempre ha sido así, que todo lo que hacía estaba mal. Ambos han recordado cómo su padre le rompió el brazo y lo echó a la calle cuando era niño. Él le ha dicho a su tía que tampoco lo protegía y que incluso le pegaba cuando se enfadaba. “Si hubiera sabido en lo que te ibas a convertir, te habría pegado más”, le ha soltado ella.
Kazim ha intentado callarla, pero Esme ha intervenido. Le ha dicho que se casó con él obligada, que sus padres la vendieron siendo muy joven. “Si me hubieras tratado con cariño, ni yo ni mis hijas te habríamos faltado al respeto nunca”, le ha dicho.
Esme también le ha culpado de que Suna y Seyran se hayan marchado. “Se han ido por tu culpa, y me alegro. Espero que no vuelvan a mirarte a la cara”.
Antes de irse, Esme lo ha mirado y le ha preguntado: “Si tú viviste así de niño, si te hicieron tanto daño… ¿por qué hiciste lo mismo con tus hijas? ¿Por qué nos pegabas, Kazim?”. Y ahí lo ha dejado con su dolor.