Cullera vuelve a convertirse en uno de los destinos escogidos por turistas y veraneantes para disfrutar del puente de agosto. Hoteles, apartamentos y segundas residencias han rozado el lleno desde el jueves por la noche -y hasta el domingo-, mientras que los locales y restaurantes han vivido un fin de semana con terrazas abarrotadas y locales desbordados en los turnos de comidas y cenas.
La ocupación durante este puente ha sido del 96 %, lo que demuestra que el municipio se consolida como uno de los principales atractivos turísticos de la Comunitat durante los últimos años con una tendencia positiva. Así, en 2023, la media de julio y agosto fue del 85 %. En 2024, la ocupación media de julio y agosto se situó en el 88 % (tres puntos más que en 2023) y el puente del 15 de agosto alcanzó el 96 %.
“No solo hemos llenado habitaciones, también hemos visto cómo se han incrementado las reservas de última hora. Muchos clientes decidieron venir a Cullera apenas 48 horas antes del puente”, señala una portavoz de la patronal hotelera local.
La restauración ha sido el otro gran termómetro del éxito turístico. Desde el jueves por la noche y hasta el domingo, los bares, arrocerías y chiringuitos de playa trabajaron a pleno rendimiento. “Se han servido más menús que nunca en un puente de agosto. Tuvimos que ampliar el personal de cocina y sala para poder atender la avalancha de clientes”, explica Marta López, gerente de un conocido establecimiento de primera línea del paseo marítimo en la zona de san Antonio. Así, los “sold out” en las terrazas, que colgaban el cartel de completo en cada turno, fueron una estampa habitual en toda la franja litoral, desde Sant Antoni hasta el Marenyet.
Los valencianos y los madrileños siguen siendo los principales visitantes, seguido de Castilla y León y Castilla-La Mancha. En esta ocasión, ha destacado la notable presencia de turistas procedentes del País Vasco. Entre los turistas extranjeros, los franceses vuelven a liderar las llegadas, aunque cada año crece también la presencia de alemanes, italianos y británicos.
Impacto económico
Los comerciantes del centro histórico y del paseo coinciden en que el puente ha tenido un impacto económico notable en la localidad. “El turista que viene a Cullera busca calidad gastronómica y ocio. El gasto en restauración no ha bajado, pese al contexto inflacionista”, apuntan desde la asociación de hostelería.
Con este balance, Cullera encara la segunda quincena de agosto con la expectativa de cerrar un verano histórico.
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