Los restos mortales de José Barreiro (1908-1975), el minero y maestro langreano que sostuvo desde el exilio francés la organización de los socialistas asturianos -entonces llamada Comisión Socialista Asturiana- llegarán en la primera quincena de octubre. Inicialmente estaba previsto el traslado para el pasado 7 de junio, pero problemas administrativos surgidos a última hora obligaron a un aplazamiento. Así lo indicó ayer la Fundación Barreiro, vinculada a la Federación Socialista Asturiana (FSA).
El Patronato de la Fundación Barreiro, que atesora su legado y el de otros dirigentes del socialismo asturiano, en su reunión del pasado 29 de mayo de 2024, acordó organizar el traslado de los restos de Barreiro y de su familia al cementerio de Sama, su localidad natal. “Este acto de trasladar los restos de José Barreiro, es un acto de justicia y reparación de toda la familia socialista, de reconocimiento a la labor que José Barreiro realizó al frente de la Comisión Socialista Asturiana y a su decidido apoyo al proceso renovador del PSOE”, señaló Jesús Sanjurjo, presidente de la Fundación, en la mencionada reunión. Para el traslado de los restos de Barreiro, la Fundación organizó un grupo de trabajo encargado de este objetivo y una colecta, que sigue activa y abierta.
Precisamente este domingo, 17 de agosto, se cumplieron 50 años del fallecimiento de Barreiro, que tuvo lugar en la clínica Pasteur en Toulouse “a causa de una larga enfermedad, contraída a comienzos del exilio en Francia como consecuencia de la dureza del trabajo en las minas pirenaicas”, indicaron desde la Fundación. Murió a los 67 años de edad.
José Barreiro, según Pablo García, dibujante de LA NUEVA ESPAÑA. / Pablo García
El líder socialista en el exilio fue uno del medio millón de republicanos españoles derrotados que llegaron a Francia tras derrota en la Guerra Civil. Tras diversas estancias en los campos de internamiento franceses, se unió un grupo de asturianos y asturianas en Narbona, donde plantean la constitución de la llamada Comisión Socialista Asturiana (CSA), que se convertirá en un elemento aglutinador del exilio socialista asturiano. Se autorizó en el Segundo Congreso del PSOE en el exilio en 1942 y fue en la Asamblea de Montauban donde finalmente se formó la CSA como “fondo de solidaridad a asturianos y asturianas que vivían en extrema necesidad”, así como “fondo de ayuda al interior” para asegurar el funcionamiento de los grupos clandestinos que luchaban contra el franquismo.
El 18 de agosto de 1975, a las cuatro de la tarde, un día después de fallecer, recibió entierro civil en el cementerio de Chaum (Alto Garona), localidad francesa situada a unos 100 km de Toulouse y muy cerca de los Pirineos. Fue enterrado donde había residido durante todo su exilio junto a su familia, formada por su esposa Felicidad Gutiérrez y sus hijos José, Alfa y Mylena.