El FC Barcelona ya ha sumado los primeros tres puntos en la clasificación y se sitúa primero de la Liga 2025-2026 de forma provisional gracias a una victoria en un partido polémico contra el RCD Mallorca. El encuentro, además, sirvió como carta de presentación de dos de los fichajes de esta temporada, Joan Garcia y Marcus Rashford, los únicos inscritos hasta ahora.
Mientras que el portero disputó los 90 minutos, el inglés salió a falta de 20 minutos para terminar un partido que el Barça ya tenía cuesta abajo con las dos expulsiones mallorquinistas en la primera parte, por lo que tendrá que esperar para demostrar que es válido para quedarse en el nuevo Camp Nou a final de temporada.
Marcus Rashford, en su debut oficial con el Barcelona / AP
Rashford llegó en calidad de cedido del Manchester United, el club de su vida, ya que nació y se crió en uno de los barrios pobres de la urbe industrial. El camino a la cima no ha sido fácil para él, pues se formó como persona en una familia humilde, por lo que no podía permitirse muchos lujos.
Sin embargo, había un alimento que le volvía loco y se llegó a volver un poco adicto: los cereales. Así lo explicaba el delantero en una entrevista con GQ, donde revela que todavía le chifla: «All-Bran Fruta & Fibra es mi cereal favorito. Es la mejor manera para empezar el día, tiene plátano seco, carbohidratos, algunas nueces y pasa», explica.
Ahora es consciente de la aportación nutricional de los alimentos y cuánto puede comer de cada cosa, aunque de niño esos límites eran algo más difusos. Por eso, Rashford era capaz de arrasar con la caja de cereales en poco tiempo: «Solía comer unos siete u ocho tazones de cereal al día«, indicaba.

Los cereales favoritos de Marcus Rashford. / Kellogg’s
Aunque parece difícil encontrar momentos para comerse tantas raciones, el ’14’ azulgrana tenía una severa rutina: «Después de clase llegaba a casa y me comía plato de cereal tras plato de cereal hasta que mi madre llegase del trabajo. Cenaba y luego comía más cereal antes de irme a dormir«, aseguraba a la revista, donde también revelaba que se los ‘tuneaba’ con «un montón de azúcar encima«.
Su obsesión era tanta que incuso llegó a aparecer como modelo en el dorso de las cajas de los cereales: «Solía estar en la parte de atrás de la caja, en la esquina, salía nadando. Dejé de modelar cuando Nike me patrocinó, así que debía tener entre siete u ocho años. Mi madre tiene el recorte todavía por algún sitio», apuntaba el inglés.
Claro está, a medida que se fue haciendo mayor entendió la importancia de una buena alimentación y este tipo de opciones no son las más adecuadas. Así pues, en la actualidad se reserva ese tipo de extras para momentos puntuales, aunque nunca ha dejado de consumirlos: «Tuve que bajar el ritmo porque comía demasiado y tenía que comer comida más saludable«, pese a que todavía hoy «tiene que llevárselos a todos lados«, asegura.