Este sábado, el diario británico ‘The Guardian’ ha publicado un extenso reportaje firmado por la periodista Juliette Garside en el que coloca bajo la lupa al hombre más rico de España: Amancio Ortega, fundador de Inditex y de la icónica marca Zara. El artículo conecta dos realidades que en España generan debate: el crecimiento silencioso de su imperio inmobiliario y la discusión política sobre el impuesto a las grandes fortunas.
“Con su cortina verde de jardines colgantes, el edificio Planeta es uno de los edificios de oficinas más emblemáticos de Barcelona. A principios de este verano, fue adquirido como parte de una oleada de compras del Monopoly por el hombre más rico de España, Amancio Ortega”, ha apuntado ‘The Guardian’.
La compra del edificio, un icono de la capital catalana, es solo una pieza más dentro de la estrategia de inversiones que Ortega, a través de su oficina familiar Pontegadea, ha desplegado en los últimos meses. «A través de su oficina familiar Pontegadea, que invierte su patrimonio personal, Ortega también acaba de adquirir el Hotel Banke de cinco estrellas en París, un edificio de apartamentos en Florida y la mitad de las acciones del operador de Teesport, en el noreste de Inglaterra, lo que amplía una cartera inmobiliaria que ya valora 20.000 millones de euros», han expresado.
La periodista británica ha planteado una cuestión directa: “¿A qué viene la prisa?”. Y ofrece una pista: “Ortega está a punto de recibir un dividendo récord de 3.100 millones de euros (unos 2.700 millones de libras) por sus acciones en Inditex, la matriz de Zara. Según informes, está apresurándose para gastar este beneficio extraordinario, que de otro modo estaría sujeto al impuesto sobre el patrimonio», ha aseverado.
Fuentes cercanas de su oficina familiar han expresado al medio británico que no está invirtiendo para evadir impuestos, sino para «crear riqueza a partir de los activos originales, mantenerla, hacerla crecer y consolidarla a lo largo de las generaciones». En la misma línea, señalan que los dividendos y otros ingresos derivados de las actividades económicas se reinvierten cada año, independientemente de su importe.
«Mientras los ministros de Hacienda de toda Europa buscan formas de reparar el daño a las finanzas públicas causado por sucesivas crisis globales, hay un clamor creciente por formas más efectivas de gravar a las mayores fortunas privadas», ha sentenciado el medio británico. En este sentido, ha asegurado que España es uno «de los tres únicos países europeos -junto con Suiza y Noruega- que todavía recaudan impuestos sobre el patrimonio» y han asegurado que otros países están planteándose o debatiendo seguir esos mismos pasos.
A su vez, el diario britainico ha recordado también cómo algunas comunidades autónomas, con la Comunidad de Madrid a la cabeza, han “respondido” a este impuesto «rebajando el tipo impositivo a cero». «Esta medida benefició a los futbolistas con altos ingresos del Real Madrid, atrajo a nuevos residentes de otras regiones y a inmigrantes de Venezuela y otros países.
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