El mal arbitraje de José Luis Munuera Montero indigna al Mallorca. En solo 45 minutos el colegiado andaluz arruinó el estreno liguero de los de Jagoba Arrasate, que se fue con nueve jugadores al descanso y con una desventaja de dos goles.
El partido, que ya estaba de cara para el Barcelona en el minuto siete con un gol de Raphinha, se definió en el minuto 23 con un segundo gol más que polémico de Ferran Torres. Lamine Yamal disparó desde fuera del área, el balón golpeó en la cabeza de Raíllo que cayó tendido al suelo justo delante de Munuera Montero.
El colegiado se echó el silbato a la boca, pero no pitó y la jugada acabó en el segundo tanto del equipo de Flick. Muchos jugadores del Mallorca pensaban que el árbitro andaluz iba a parar el encuentro, aunque la jugada acabó en el segundo tanto culé.
Todo Son Moix se indignó porque no entendió la razón por la cual Munuera Montero dio validez al gol. Las protestas llegaron, desenfundó las tarjetas y se las mostró a Morlanes y Arrasate por protestar.
La actuación del andaluz fue a más. Solo unos siete minutos expulsó a Morlanes por segunda amarilla después de realizar una entrada a Lamine Yamal y el aragonés se marchó indignado del terreno de juego.
Aún quedaba lo peor. Muriqi intentó ganar un balón en el que se avanzó Joan García. El kosovar levantó el pie, sin intención de hacer daño, y rozó con la bota el cuello del portero culé. En primera instancia, le enseñaron la amarilla, pero instado por el VAR, Munuera Montero expulsó también al balcánico.
A escasos segundos de acabar el primer tiempo, Raphinha hizo una entrada muy fea a Mateu Morey, que saldó con amarilla, y eso que fue más fea y con peor intención que la anterior porque fue una tijera que encendió más a la grada de Son Moix.
Resignados, muchos de los aficionados bermellones se marcharon al descanso ante la impotencia de jugar contra el Barcelona.