Los gestores de fondos se encuentran en una carrera desesperada por introducir activos ilíquidos, los llamados de mercado privado, en fondos que cualquiera puede comprar, incluyendo su plan de pensiones. Dicen que todos podemos obtener altos rendimientos con bajo riesgo con ‘alternativas’ no cotizadas, como el capital privado, el capital riesgo y los mercados inmobiliarios.
El objetivo es animar a los inversores a permanecer en sus posiciones durante largos periodos, en lugar de huir en el peor momento posible. En principio, los gestores de fondos de mercados privados pueden comprar activos ilíquidos sin verse obligados a vender durante una caída cuando los inversores quieren recuperar su dinero.
Dado que los activos privados no cotizan, son los gestores de fondos, no el mercado, quienes determinan su valor. Esto les permite informar fluctuaciones mucho menores que las de los fondos cotizados. Así, pueden declarar que los fondos privados son de bajo riesgo. En el mundo real, el riesgo es la posibilidad de perder dinero, lo cual no tiene nada que ver con la frecuencia con la que se informan los precios.
Pero poseer un fondo alternativo es mucho más sencillo que venderlo. Al ser propietario, es posible que dé por sentadas las valoraciones del gestor, aunque sea una mala idea. Al vender, la valoración importa mucho. Esto funciona hasta que aumenta el número de personas que buscan vender y los gestores no pueden captar capital por tener activos ilíquidos o en dificultades.
Algunas de las inversiones subyacentes de estos fondos tienen reembolsos restringidos doce trimestres consecutivos, lo que impide obtener liquidez mediante la venta de activos. Ningún fondo de mercado ilíquido, ya sea de capital privado, restructuración, inmobiliario u otros activos, está diseñado para proporcionar liquidez bajo presión. En algún momento, la capacidad de la estructura para soportar este tipo de presión de reembolso se agota, independientemente de la calidad de los activos que se posean.
En resumen, un fondo alternativo puede afirmar ser de bajo riesgo y, al menos parcialmente, líquido, pero tarde o temprano no podrá cumplir ambas afirmaciones a la vez. Esto se aplica tanto a este fondo como a todos los demás que aspiran a atraer a una base mucho más amplia de inversores comunes.
Recuerde esto mientras los asesores facilitan la incorporación de fondos alternativos a su día a día de la inversión. Luego nos pondremos a pedir que intervengan los supervisores o los reguladores (que no son los mismos) cuando nos encontramos que hemos perdido nuestro capital y no hay nadie ahí fuera.