Los 22 parques naturales de la Comunitat Valenciana no cerrarán, por el momento, durante este fin de semana, pese a las previsiones de temperaturas máximas con más de 43 grados en algunos puntos y pese al riesgo extremo por incendios forestalesdecretado por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana (CCE). Entre las medidas decretadas por el gobierno valenciano, difundidas por sus redes sociales y en sus mensajes a los medios de comunicación, no se incluye esta medida. Sí se ha decretado la prohibición de hacer fuego, usar pirotecnia o maquinaria pesada en estos entornos, vigente desde hace varios días y que se mantendrá, en principio, hasta el lunes.
Si bien es cierto que el incendio de Teresa de Cofrentes, el más devastador del verano hasta la fecha con más de 540 hectáreas calcinadas, no tiene su origen en la actividad humana, sino que fue a consecuencia de un rayo latente; la actividad humana, sea intencionada o por descuido, suele estar detrás de ocho de cada diez incendios forestales en la Comunitat Valenciana, según las cifras ofrecidas por la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, como publicó Levante-EMV en 2024.
Emergencias sí recomendó ayer a los municipios en fiestas restringir el uso de fuegos artificiales por el «riesgo evidente» de incendios, aunque no prohibió el disparo de material pirotécnico expresamente, como sí se ha dado otros años, sobre todo después del incidente ocurrido en Cullera en 2014, cuando unas carcasas prendieron fuego a la montaña de Cullera; estaba declarado el nivel 3 de preemergencia por incendios. Ayer la Generalitat sí que instaba a «limitar la autorización de espectáculos en periodos de alto o extremo riesgo», por lo que delega la decisión en los propios consistorios.
Una medida adoptada en el pasado
Por eso, el cierre de los parques naturales, los espacios de mayor riesgo en episodios tórridos y persistentes como la actual ola de calor, suele ser una medida recurrente; al menos, así lo ha sido en el pasado, independientemente del color político en el Consell. Lo fue en 2023, por ejemplo, en el primer año del gobierno de Carlos Mazón -con Vox gestionando la Conselleria de Emergencias- decretó el cierre de 17 de los 22 parques naturales, entre el 10 y el 15 de agosto, en nivel máximo de preemergencia y temperaturas previstas de más de 40 grados, una situación casi calcada a la actual, aunque la preemergencia se queda un escalón por debajo, en riesgo importante.
Sin embargo, en verano de 2024, tras la salida de la ultraderecha del gobierno y con Emergencias en manos de los populares, con Salomé Pradas -cesada por su gestión de la dana- como consellera; la Generalitat no limitó el tránsito de personas en estos entornos, aunque sí se barajó en julio si la ola de calor se prolongaba más de los tres días que duró. Este año, según las fuentes de la Generalitat consultadas por este periódico, no tienen constancia de que se haya valorado o planteado. Hace menos de un mes, un incendio en Ibi quemó parte del paraje de la Font Roja.
El drama de la Font Roja pudo ser peor: así ha quedado la zona del incendio / Rafa Arjones
¿Qué hizo el Botànic?
El Botànic, con Ximo Puig al frente, adoptó más recurrentemente esta medida, especialmente a lo largo de su segunda legislatura. En 2021, blindó siete de estos espacios durante una ola de calor a mediados de agosto; y volvió a hacerlo en 2022, cuando se decretó el cierre de todos los parques naturales el 12 de agosto, durante al menos 72 horas. Tal fue la importancia que quiso darle la Generalitat Valenciana a esa medida, que fue el propio president el que comunicó la medida en una comparecencia en el ayuntamiento de Dénia.

Los trabajos de extinción del incendio de Teresa de Cofrentes, en imágenes / Germán Caballero
Fue todo un vaticinio porque, solo un día después, el 13 de agosto, se decretó por la noche el incendio forestal de la Vall d’Ebo, que ardió durante 14 días y calcinó más de 12.000 hectáreas; el origen fue el impacto de un rato durante una tormenta eléctrica. La casualidad ha provocado -caprichos del destino- que, justo tres años después, se declarara el de Teresa de Cofrentes.
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